Una sociedad bien educada es una sociedad pujante. Así lo entendió Domingo Faustino Sarmiento a mediados del siglo 19 e hizo de la educación su estandarte. La Nación forjó esta idea y un buen día de mandar a estudiar a la Universidad de Cguquisaca (Bolivia) a nuestros futuros próceres, pasamos a ser uno de los países latinoamericanos con las universidades más prestigiosas del continente. (...)