Eduardo Duhalde da la impresión de estar más allá del bien y del mal. Transmite, como dirigente, una serenidad no fingida.

Es que, como él mismo se encarga de aclarar, considera que ya no tiene futuro político. Ha logrado todo, o casi todo: dos veces intendente de Lomas de Zamora, el gobernador que más tiempo estuvo al frente de Buenos Aires desde la Reorganización Nacional, vicepresidente de la Nación, presidente en una hora crucial para la Argentina y hoy jefe de la Comisión de Representantes del Mercosur.

Como él mismo dice: “¿Qué otra cosa puedo hacer? Ayudar”. Con ese espíritu se prestó al diálogo, bajo la atenta mirada, todo el tiempo, de su esposa Chiche.

–Ya que usted coordina las acciones del Mercosur, ¿cuál es el presidente latinoamericano que tiene mayor envergadura?

–El más consolidado es el presidente de Chile, Ricardo Lagos. Tiene más tiempo…

–Y más prestigio…

–Ha ido ganando prestigio con el tiempo. Es una voz muy escuchada. En las reuniones, cuando habla Lagos, ¡se hace un silencio! Es un hombre que sabe de qué habla, muy preparado.

–Usted acaba de quebrar una lanza por el presidente venezolano Hugo Chávez. ¿Por qué?

–Porque no estoy para nada de acuerdo con que se ataque una democracia en América.

–¿Y por qué se la ataca?

–Porque quizá se descuidaron el año pasado y logramos integrarnos todos. Y creo que van a buscar, como siempre, dividirnos.

–Usted alude, específicamente, a los Estados Unidos, ¿no?

–Por supuesto. Siempre ha pasado. La historia del siglo pasado es esa. Siempre hubo resistencia, de parte de los Estados Unidos, a la unidad de los países del Sur. Y ahora también la hay. Venezuela no representa ningún riesgo para nadie. (...)