Por eso, al leer la nota del día jueves 7/10/04 en Diario UNO me asombré porque este señor, al cual nos costó tanto encontrar, primero nos negó esta posibilidad pero luego nos manifestó algo increíble, cuando afirmó: “No se preocupen, porque yo sé que ustedes de una u otra forma se van a recibir”, y en este artículo hacía alardes de su gestión.
Nosotros estamos muy agradecidos, porque sin esta beca no hubiéramos podido estudiar, pero también creemos que es en vano que se nos haya ayudado y que esto quede inconcluso.
Pero su respuesta es un despropósito, porque nuestra situación es aún peor que cuando ingresamos. La mayoría de los afectados somos hijos de contratistas, chacareros, o en mi caso, mi padre goza de un plan Trabajar. Esto nos significa volvernos a nuestros hogares con las manos vacías.
Debido a nuestra situación le pedimos que se nos estirara aunque más no fuera hasta diciembre, pero no fue así. Le ofrecimos contraprestar y tampoco nos aseguró nada; ni siquiera el beneficio del comedor se nos mantuvo. Da mucha bronca cuando Erreguerena dice que el dinero de las becas dadas de baja se destina a otras. En mi situación hay alumnos de Junín, Rivadavia, San Martín, San Carlos, General Alvear y San Rafael.
Se concretó lo que pensábamos, ya que Erreguerena nos dijo que “prefería ayudar a otra generación y no a nosotros, que ya terminamos”. Claro, eso es un laurel más importante para su gestión.
Recurrimos al vicerrector, Casa de Gobierno y nadie nos dio una respuesta; antes hay que pedir audiencia, pero para ir a las aulas o a nuestras casas a buscar un voto no piden audiencia.
Tanto el señor Erreguerena como el señor gobernador, el que va a las maratones, a los hospitales, se olvidaron de los universitarios; ambos han dado muestras de la clase de dirigentes que tenemos y de lo poco que importa la educación en nuestro país.
* Oscar Fernando Demateis DNI 26.781.134 Santa Rosa