Este desfasaje entre el crecimiento de la industria y la falta de personal capacitado arrancó en 1996, cuando comenzó un período recesivo para la industrial local. Si se comparan los comienzos de la década del ’90 con la actualidad, la cantidad de empresas disminuyó 40%. Sin embargo luego de la devaluación del peso el sector comenzó a ganar relevancia en la economía provincial, aunque la ausencia de personal calificado complicó la reactivación.
Revertir este proceso en el corto plazo resulta dificultoso, por lo que en algunos casos las empresas foráneas que se instalan en Mendoza recurren a trasladar personal de otras provincias para salvar el bache. Esto soluciona el problema a medias, pero para las empresas es más complicado y más costoso. Un caso concreto es el de la firma Baggio que se instaló en enero de este año en San Carlos. La firma juguera tuvo que trasladar técnicos desde San Luis porque no encontró personal calificado en el departamento. (Ver página 2.) Como alternativas para el largo plazo, será necesario pensar en una propuesta educativa sistemática que acompañe las necesidades del mercado laboral y que advierta los cambios que es necesario dar hacia el futuro. En este sentido los Institutos Tecnológicos Universitarios (ITU), creados mediante la unión de la gestión privada, pública y universitaria, representan la única propuesta que se ajusta a las necesidades de la demanda (ver página 2). Además en consonancia con la localización geográfica de las empresas (el 53% está en el Gran Mendoza, el 12% en San Rafael y el 10% en San Martín) han distribuido la formación en todas las regiones de la provincia.