La Justicia local requiere cada vez más de estudios de ADN (ácido desoxirribonucleico) para la identificación de personas por casos de violación, paternidad o delitos violentos.

Los pedidos de determinación de paternidad se han duplicado en los últimos tiempos. Esto se relaciona con una ley donde el Estado se hace cargo del costo de los estudios que soliciten madres solteras sin recursos y que quieran confirmar la paternidad del hijo.

Sin embargo Mendoza no cuenta con un laboratorio para analizar el ADN y por eso desde hace varios años son enviados a la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

Este trámite muchas veces tarda años. Lo normal es que lleguen a destino en 40 días (como en el caso de una recién nacida con síndrome de Down sobre quien la Justicia solicitó un informe para confirmar la filiación). Sin embargo, no ocurre lo mismo con otros casos: el crimen del ex funcionario Alejo Hunau no avanza debido a que los resultados de las pericias que se esperaban para abril aún no llegan.

“Hay casos más complejos que otros. Cuando se trabaja con rastros deteriorados o contaminados, los resultados tardan más ya que el laboratorio tiene que hacer varios intentos”, explicó Armando Vargas, jefe de Necropsias y Lesiones del Cuerpo Médico Forense.

El ácido desoxirribonucleico es una molécula que contiene toda la información genética de los seres vivos. Se encuentra en el núcleo y las mitocondrias de las células.

Su estudio también se aplica al ámbito de las enfermedades. “Hacemos estudios clínicos, cromosómicos y de diagnóstico y certificación de algunas enfermedades”, aclaró Ana Lía Vargas, directora del Instituto de Genética de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNCuyo.

A su vez, la Justicia paga a la UBA $300 por muestra y “por lo general se mandan tres, por lo que se gasta entre $900 y $1.000”, precisó Alfredo Segura, administrador de la Corte.

* José Luis Verderico / jlverderico@diariouno.net.ar