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Uno: El arte ataca

CONVIVENCIA Y DESARME Este es el nombre de la muestra que se inaugura hoy en el ECA. Se trata de obras realizadas por notables escultores de todo el país con las armas recolectadas en el Plan Canje concretado en Mendoza en 2001  

02 de septiembre de 2005, 15:35.

“La poesía es un arma cargada de futuro”, decía Gabriel Celaya. Su mensaje fue repetido miles de veces en cientos de lenguas para acercar a la humanidad los conceptos de justicia, de libertad, de belleza y de paz.
Y una vez más vuelve a nuestras mentes y a nuestros ojos. Esto es lo que consigue la muestra “Convivencia y desarme” con una de las muchas maneras que tiene el arte de levantar su voz: con poesía hecha, esta vez, volumen.
La muestra, iniciativa del Museo Universitario de Arte de la UNCuyo, quedará inaugurada hoy, a las 20.30, en el Espacio Contemporáneo de Arte (9 de Julio y Gutiérrez, Ciudad).
La exposición cuenta con el auspicio del Ministerio de Turismo y Cultura, el Ministerio de Justicia y Seguridad y la Dirección General de Escuelas de Mendoza.
Se trata de 86 esculturas que con bronca, asco, tristeza, ironía, juego y esperanzas, artistas de todo el país construyeron con las armas recolectadas en Mendoza al término del Plan Canje de Armas que se realizó en 2001.
La creadora de la idea de convertir esas montañas de acero en obras de arte fue la escultora Eliana Molinelli, quien era por entonces directora del Museo Universitario de Arte de la UNCuyo. Comenzó con la ardua tarea de invitar a sus colegas escultores a “resemantizar” esos objetos creados para matar en objetos creados para la belleza, que es siempre la mejor “arma” para mejorar al mundo y “cargar” el futuro.
Vivian Magis, notabilísima escultora y después del fallecimiento de Molinelli, actual directora del Museo Universitario, relata que “estas armas fueron entregadas a la Facultad de Artes. El decano de la facultad, Larss Nilson, pidió que las aplastaran y con una prensa manual fueron destruidas. Quedaron despojos”.
“A partir de entonces Eliana Molinelli elabora el proyecto artístico y el plan de ir entregando a los escultores estos despojos para que se resemanticen en obra de arte. Eliana alcanzó a entregarle estos bultos a varios artistas de Buenos Aires que se habían entusiasmado con la idea”, explica Magis.
La escultora recuerda que “a la muerte de Eliana el decano me nombra directora del museo con especial indicación de que yo continúe con el proyecto. Y yo sigo entregando paquetes de armas”.
En este punto del relato, Vivian Magis no puede reprimir un gesto de disgusto. “En realidad, la entrega de bultos de armas era como si entregaras un muerto, todo envuelto en papel negro, un peso vacío. Era una imagen muy impresionante, muy fuerte. Ni aun tapados perdían el significado de muerte que tenían”, subraya Magis.
 
Diferentes lenguajes
Como curadora de la muestra, Vivian Magis explica que el signo común y la característica más sobresaliente es el eclecticismo. “Hay un común denominador que son las armas y la violencia. Pero los escultores han hecho su aporte personal a partir de diferentes poéticas, de diferentes lenguajes. Aquí creo que radica su principal valor”, sentencia.
“Lo que vemos es que hay diferentes categorías estéticas. Encontrás el constructivismo, el kischt, lo lúdico, encontrás obras que son más visuales que formales y otras que ponen más énfasis en la significación como las instalaciones”, explica la escultura.
Para la curadora esta muestra, además de la importancia de su mensaje, permitirá que el público mendocino pueda apreciar la escultura que se está haciendo en Argentina en este momento.
“Además, son los mejores escultores de Mendoza y del país quienes han intervenido, son los más sobresalientes, los de mayor trayectoria, por eso es que es tan importante que se hayan sumado a la propuesta”, destaca Magis.
Entre estos artistas destacan los mendocinos Roberto Rosas, José Luis Molina, Inés Rotella, Amalia Burlando, Chalo Tulián, Elio Ortiz, Pía Zanoboni, Miguel Gandolfo, la propia Vivian Magis y Eliana Molinelli, a quien está dedicada la muestra.
Clorindo Testa, Nora Correas, Julián Agosta, Claudia Arranochi, Hernán Dompé, Raúl Fernández Olivi, Jorge Gamarra, Mireya Baglietto, Alberto Bastán, Zulema Mazza, Ernesto Pesce, Carlota Pretolini, Ferruccio Polacco, Bettina Azor son algunos de casi la cincuentena de escultores de todo el país que enviaron sus obras a Mendoza para esta muestra.
 
Resemantización de la violencia
Vivian Magis relata que cuando fueron entregando las armas “desarmadas” a los artistas la única pauta de trabajo concreta fue que “llevaran a las armas casi a las antípodas de su significación. Que esa resignificación fuera completa. Y eso fue lo más difícil. A todos les costó mucho hacerlo porque las armas son objetos muy pregnantes. Costaba separarse de la función de matar, quitarle la carga de sangre y de muerte, esa carga dramática”.
“Extraer de un arma el significado de violencia y ponerle el de vida es complicado. Y de hecho, no todos los artistas lo han logrado”, observa.
Para la curadora, una de los hallazgos más notables en este desafío es que una gran cantidad de esculturas son lúdicas: “Los autores buscaron la ironía, la risa, la burla, el juego, el humor para volver a resignificar las armas. Inclusive, por ejemplo, está el juego de palabras. En su obra Clorindo Testa escribe ‘Mañana las tiro’, jugando con el doble significado de la palabra tiro”, finaliza Magis.
Patricia Rodón uno_escenario@diariouno.net.ar

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