El Hospital Central celebrará sus 60 años con una exposición sobre su historia, que se habilitará a partir del 19 de agosto, en sintonía con su aniversario. Estará ubicada en forma permanente en el sexto piso del edificio, contendrá fotos y diversos documentos gráficos para dar testimonio de los hitos del centro sanitario más importante de la provincia.

El sexto piso del Central no es muy recorrido por el público. Allí se encuentra la dirección, en el ala este, está la biblioteca, y en la oeste, el comedor para el personal. El hall que vincula todo es una sala de espera que ahora será convertida en un centro de interpretación histórica sobre el hospital.

El Central comenzó a construirse el 12 de febrero de 1941 cuando faltaban días para que concluyera la gobernación del demócrata Rodolfo Corominas Segura. Fue habilitado de emergencia en 1944 para recibir a 1.300 víctimas del terremoto de San Juan. Luego fue cerrado hasta su apertura oficial el 19 de agosto del ’45.

A partir de entonces, fue un sitio clave para el desarrollo de especialidades médicas, tratamiento de enfermedades y prácticas quirúrgicas pioneras a nivel local. “Pero nunca se hizo nada para celebrar un aniversario y creo que es momento de reconocer todo lo que se hizo aquí”, justificó su actual director, Jorge Abdala.

Respecto de ese olvido, el médico añadió: “Aquí sucedieron cosas muy importantes para la historia de la medicina y la salud mendocinas. Pero para la gente son hechos que debieron ocurrir y el Estado estaba obligado a generar, por lo cual la sociedad no tomó conciencia de cuáles fueron las implicancias de esos logros”.

La exposición se desarrollará mediante paneles con imágenes y publicaciones de diversas épocas. “La idea es que sirva para que los médicos y profesionales de la salud descubran lo que sucedió en ese escenario, pero por sobre todo darlo a conocer a la comunidad”, cerró Abdala.

Organismo clave para la salud local

El Hospital Central fue inauguración de emergencia en 1944 y oficialmente al año siguiente. Fue clave para la creación de la carrera de Medicina en la UNCuyo ya que ahí se dictaron algunas cátedras y se hicieron de entrada las prácticas médicas. (...)

Un retablo gigantesco

En el sexto piso, el Central tiene su capilla. Arquitectónicamente no destaca, pero sí su ornamentación, que cuenta con un gigantesco retablo de gran valor artístico y monetario, pero que muy pocos conocen. Por ello, se quiere que forme parte de la muestra sobre la historia de ese hospital.

La capilla, que no tiene nombre, desde el origen del hospital estuvo a cargo de las Hermanas del Huerto, quienes se encargaban de la asistencia espiritual de los pacientes. Cuando las últimas sobrevivientes de ese congregación envejecieron, se designó un capellán que junto a la Pastoral de la Salud sigue con esa contención además de brindar una misa diaria.

En su interior hay una gran imagen de la Inmaculada Concepción y otra del patrono de los enfermos, San Camilo de Leli. Además, de dos cuadros: uno de San José y otro de Nuestra Señora del Huerto.

El valor patrimonial de esa iglesita se lo aporta el tríptico pintado por el artista Carlos Valdés Mujica. Nacido en Valparaíso (Chile) en 1904 y muerto en Buenos Aires en 1961, este se especializó en pintura de imaginería sobre laca a semejanza de los viejos íconos bizantino. Vivió en Argentina desde 1941, donde expuso en diversas provincias.

El gobierno mendocino le encomendó realizar un retablo para donarlo a la capilla del que sería su hospital más moderno. Fechado por el artista el 6 de enero de 1943, es un cuerpo mural de madera en tres paños: uno central, de 2,15m de ancho por 3,77m de largo, y dos laterales, cada uno de 3,10m de largo por 1,30m de ancho.

* Fabián Sevilla / fsevilla@diariouno.net.ar