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UNO: El delito está al tope de lo que más preocupa. 18/07

Lo revela una encuesta hecha en Mendoza por la Universidad de Congreso

19 de julio de 2004, 15:55.

A la mitad de los mendocinos, más precisamente al 47,1%, lo que más le preocupa es la inseguridad, muy por encima de otras problemáticas sociales como son la educación, la salud o la desocupación. A 7 meses de asumir, la actual gestión es evaluada como “buena” o “muy buena” por el 60,3% de la sociedad. Así se desprende de una encuesta de la Dirección de Investigaciones, Mediciones y Encuestas (DIME) de la Universidad de Congreso, que se realizó para conocer cuál es la imagen que tienen los ciudadanos de la situación general de la provincia.

• En el aspecto social, la inseguridad sigue encabezando la lista de temas que les quitan el sueño a los habitantes del Gran Mendoza. Sólo en Capital los vecinos mencionaron primero a la educación (35,1%), seguido por la inseguridad (21,6%). En Godoy Cruz, Guaymallén y Las Heras la cuestión educativa se quedó en el segundo puesto, mientras que en Luján este lugar lo ocupa el trabajo y en Maipú, la salud. Al analizar la seguridad como tópico individual, los números son aún más contundentes. En este caso el 74,8% dijo que es “mala o muy mala”, y otro 20,8%, que es “regular”. Es decir, el 95,6% de los consultados calificó en términos negativos. Y un dato concluyente es que ningún entrevistado la consideró “muy buena”. Esta tendencia se repite respecto de otras problemáticas sociales, como por ejemplo la situación laboral, evaluada como “regular” por el 40,6% de los entrevistados y como “mala o muy mala” por el 43,8%. Tampoco la educación, la salud y el acceso a los bienes y servicios obtuvieron halagos. Será por ello que el 76,1% de la población considera que el clima o conflicto social en Mendoza es de “regular a muy malo”. Sumados los valores de quienes calificaron el clima social como “malo” o “muy malo” se destaca Godoy Cruz, donde el 50% de los consultados la evaluaron de ese modo, seguido de Las Heras (44,4%) y Guaymallén (44,1%).

• A pesar de estas conclusiones poco promisorias hay que destacar que el Gobierno de Cobos sigue estando en un nivel alto en la consideración de la ciudadanía. El 60,3% tiene una imagen positiva, sumando quienes opinaron que era “muy buena” y “buena”. En tanto, el 29,8% dijo que la conducción es “regular” y sólo el 7,1% la tildó de “mala o muy mala”. Estos números no pueden estudiarse separados de otro eje clave del cuestionario, referido a la representatividad. Es que si bien la gestión oficial pasó la primera prueba, vale subrayar que 60% de los entrevistados afirmó sentirse “poco representado” por la administración de Cleto; mientras el 21,5% no se siente “representado en lo absoluto” y tan sólo el 16,5% se siente “muy representado”.

• Por último, también se midió la percepción del público respecto de la marcha de la economía. El sondeo arrojó que el 47,8% considera que se encuentra “en crecimiento”; una proporción cercana, el 43,5%, la define como “estancada”; y finalmente, el 7,9% piensa que está “en retroceso”. En los sectores altos y medios definieron a la situación económica como “regular”: 47% y 42,4%, respectivamente. Como contrapartida, no se registraron casos con la máxima calificación positiva (muy buena). Este escenario es significativo porque se trata de las capas sociales con capacidad de invertir, de generar empleo, de ahorrar y de gastar.

Perspectiva optimista

A pesar de que el 66% de los encuestados manifiesta una situación personal tensa en relación con la situación de la provincia, los mendocinos se muestran mayoritariamente optimistas respecto del futuro. El relevamiento de la DIME midió, por un lado, el estado de ánimo personal frente a la realidad y, por otro lado, la expectativa de aquí a un año. Los resultados, a primera vista, podrían parecer contradictorios. Es que el 56,6%, se define como preocupado; el 8,9%, temeroso; y el 1% intranquilo o inseguro. En total, 66%. En tanto, otro 6,8% dice sentirse indiferente respecto de su propia situación. Las mujeres están más preocupadas que los hombres. De hecho, el 60,8% afirmó sentirse de este modo, mientras el 51,1% de los hombres asume la realidad local de la misma manera. A la vez, se observa mayor cantidad de féminas temerosas. El panorama repunta cuando la consulta se refiere a la evolución general que experimentará Mendoza en los próximos 12 meses. En efecto, el 55,7% augura que la situación mejorará, contra el 33% que opina que se mantendrá y el 10% que estima que empeorará. Para Bekerman, “es significativa la opinión intermedia (“se mantendrá igual al momento actual”) y quizá deba sumarse a aquellos que aseguran que “mejorará” ya que ambas frases expresan una expectativa positiva. En el caso de la evaluación familiar/personal, la tendencia observada a nivel provincial se repite, aunque de manera más acentuada. En efecto, hay una mayor proporción de casos que vislumbra su situación familiar futura mejor a la presente –el 63,6% de los consultados– en relación con la cantidad de casos en las categorías restantes: el 31,6% cree que se mantendrá igual; y el 3,2%, que empeorará.

El peligro de la desinformación

Ante la pregunta “¿Qué decisión o medida del Gobierno provincial reciente recuerda?”, el 42% de la población no fue capaz de mencionar ninguna. El dato es esencial porque la encuesta buscó acceder a la percepción de las personas, que es un proceso de selección, organización e interpretación de los estímulos de acuerdo con el aprendizaje, actividades, intereses y experiencias previas. “Esto significa que un alto porcentaje de la ciudadanía está afectado por el desconocimiento y la desinformación, y en consecuencia no tiene los elementos para comprender la situación-objeto”, explicó a UNO la responsable del DIME, Fabiana Bekerman. Entre los que sí pudieron acordarse de alguna decisión del Poder Ejecutivo, 42% de los entrevistados, la acción oficial más mencionada fue la devolución del recorte del 7,5%, seguido de la relocalización de la cárcel en Cacheuta, el cambio de horario, el aumento a los estatales y la implementación de la ley seca. En menor medida hicieron alusión a las mejoras en la Policía (uniformes, salario, compra de armas), plan de viviendas para la clase media, modificación del régimen de excarcelaciones, mejoras en el transporte, reforma judicial (acuerdo Cobos-Nanclares), construcción del Acceso Este y doble escolaridad. Un dato curioso es que hubo quien le adjudicó la declaración del Día del Trompo a la gestión de Cobos, cuando en realidad fueron los concejales de Junín los que aprobaron una ordenanza para instituir esa jornada. La anécdota ratifica que el desconocimiento complica el análisis de la realidad.

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