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Uno: Empieza un ciclo de nuevo cine nacional

Comienza hoy en el cine Universidad el ciclo “La Resistencia”, que mostrará películas rodadas por directores argentinos independientes. Entre los filmes, todos inéditos, aparece uno codirigido por un mendocino

Desembarca en el cine Universidad un ciclo de cine denominado “La Resistencia”. Son películas desprejuiciadas, nacidas sin el amparo subsidiario del INCAA y expuestas en circuitos alternativos que nada tienen que ver con los canales de exhibición de las producciones hollywoodenses o de las argentinas que protagonizan cotizados galanes del espectáculo nacional.
Están “filmadas” en video digital, ni hablar de costosas latas de material fílmico, ni de transfers a 35 milímetros, ni de superpoblados equipos técnicos, ni de renombrados actores… Desde hoy hasta el domingo, y surgidas del seno de El Pampero Cine y El Zonda Films, se podrán ver las películas Opus, Balnearios, El amor (primera parte) y las del segmento Nuevo Cine Mudo Argentino.
Estos exponentes de la Universidad del Cine de Buenos Aires, Alejandro Fadel (mendocino de Tunuyán), Martín Mauregui, Santiago Mitre y Juan Schnitman, con El amor (primera parte), nos muestran una historia de pareja a los veinticinco años, desde el primer tiempo dulce del enamoramiento, pasando por los avatares de la convivencia, hasta la tensión final de la separación.
Pedro y Sofía (Luciano Cáceres y Leonora Balcarce) se enamoran y el narrador-dios que todo lo ha visto y lo ve, nos muestra las etapas sucesivas: el sexo, las manías, las discusiones, el desencuentro. El amor es una película sorprendente, divertida, de desparpajo sensible, y que ya se paseó por los festivales de Venecia, Toulouse y Nueva York, entre otros.
Con Balnearios, Mariano Llinás (quien de alguna u otra forma participa en todas las películas del ciclo) experimenta una idea curiosa: la de las ciudades balnearias, que en gran parte del año se encuentran desérticas y fantasmales, y que en verano explotan demográficamente, generando plácidas y conocidas costumbres, que el director desmenuza y parodia con encantadora claridad en el relato en off.
Esta pareciera ser la idea central, pero es lo que documenta sólo uno de los cuatro capítulos de Balnearios. Los restantes tres, continuando con la temática dada por el nombre, cuentan historias disímiles con cambios que por momentos cuesta digerir. Un hotel abandonado de Mar del Sur y su misterioso dueño, la Miramar sumergida, y un delirante artista puntano… apasionado por el agua y los balnearios. Es imprevisible, audaz, por momentos desconcertante con sus cambios de género, soporte y tema. Un experimento interesante sobre un tema singular.
Opus, previamente concebida, es simple y clara: a Mariano Donoso, sanjuanino residente en Mendoza, se le ha encomendado la tarea de filmar un documental sobre la educación en su provincia natal. ¿Pero qué pasa si el mismísimo primer día de rodaje se levanta una huelga docente que mantendrá la educación congelada durante unas cuantas semanas?¿Qué ocurre con la película de Donoso si no hay clases para documentar? Sencillamente ocurre lo mejor.
Opus discurre en un camino azaroso similar al de Balnearios, y lo que en un primer momento era un documental sobre la educación, termina siendo un divertidísimo manual sobre la argentinidad, con sus absurdos y sus males, retratados en la provincia del padre de la educación, la misma cuyas escuelas se encuentran literalmente paralizadas.
La película retrata la tragedia desde el humor: Donoso se involucra como un protagonista apesadumbrado por el repentino cambio de planes, sin miedo al ridículo, y dispuesto a jugar con la ciudad, con un edificio público que no fue, con el terremoto y con la figura de Sarmiento y su escultor senil.
La más bella niña, de Mariano Llinás; El Carapálida, de Agustín Mendilaharzu; y 1999, de Ignacio Masllorens, son los tres cortos que componen la impecable Nuevo Cine Mudo Argentino. Son tres historias mudas de hombres en búsqueda del amor que utilizan recursos y estéticas diferentes. La más bella niña es un corto romántico y melancólico, contado mediante intertítulos y centrado en la elección de la Reina Nacional de la Manzana en General Roca.
El carapálida es el corto mudo más clásico y es una historia de amor entre adolescentes de secundaria. 1999, por su parte, está ambientado en la última noche del siglo XX: dos jóvenes vecinos del mismo edificio hacen de sus respectivas soledades una historia romántica.
Federico Crowe uno_escenario@diariouno.net.ar

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