La Universidad de Congreso firmó ayer el convenio con la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (Coneau) para iniciar su camino hacia la autonomía y su reconocimiento definitivo como institución de educación superior.
 
El convenio estipula que la institución mendocina será evaluada por este organismo, pero después de recibir una autoevaluación por parte de la casa de estudios.
 
En esa primera etapa, la universidad local evaluará un plan de objetivos a cumplir (que elabora la misma institución), y la forma de alcanzarlos y, de ahí en más, tiene 18 meses (el plazo también lo fijó la universidad), para autoevaluar si se ha cumplido o no con lo esperado y cuáles fueron los aciertos y los errores.
 
Ahí es donde entra en juego el equipo técnico de la Coneau, que enviará un grupo de pares expertos que son los que realizarán la evaluación externa del logro de los objetivos fijados de manera autónoma por la universidad y de su funcionamiento en cuanto a calidad educativa y otros estándares relacionados con la educación.
 
La Coneau es un organismo autónomo formado a partir de la promulgación de la Ley de Educación Superior (1995), que tiene a su cargo la evaluación y la acreditación institucional de todas las universidades nacionales, provinciales y privadas, como también la acreditación de estudios de posgrado y carreras de grado reguladas.
 
La autonomía, asegurada en la Ley de Educación Superior, significa que la institución puede tomarse la atribución de: dictar y reformas sus estatutos, definir sus órganos de gobierno, establecer sus funciones, decidir su integración y elegir sus autoridades, administrar sus bienes y recursos, crear carreras universitarias de grado y de posgrado, formular y desarrollar planes de estudio, de investigación científica y de extensión y servicios a la comunidad, entre otros puntos.
 
La importancia de la evaluación
 
Si bien la Coneau no tiene injerencia sobre los planes de estudios ni el alcance de los títulos que otorga una universidad (eso es tarea del Ministerio de Educación), sí es el organismo que acredita a una universidad como tal y, además, es la encargada de avalar los posgrados.
 
En este sentido, el secretario general de Coneau, Néstor Pan, explicó a UNO que en algún momento todas las universidades van a tener que haber atravesado por esta evaluación externa para que sus títulos tengan un reconocimiento a nivel internacional, ya que esta evaluación es requisito de casi todas las instituciones educativas del mundo.