“Acá no pasa nada...estamos ensayando una obra de teatro, disculpe”, dijo sonriendo Diego, el inquilino del departamento D de calle Montecaseros 1529 de Ciudad, a una vecina que fue a preguntarle por los gritos que provenían de esa vivienda ubicada en el segundo piso. 

Lejos estaba de suponer la joven que allí había una persona degollada y que presentaba además numerosos puntazos en la espalda y tórax.  

Se trataba del profesor de historia Humberto Juan Abdulatif (31), cuya desaparición había sido denunciada por su familia el día lunes. Ese mismo día alrededor de las 22.30 los vecinos escucharon música a gran volumen y un hombre que gritaba “no… auxilio”.

Ante esta demanda una de las vecinas recorrió todos los departamentos para averiguar qué sucedía. Todo parecía en orden. La mujer regresó a su vivienda pero se quedó intranquila y nuevamente subió al departamento D pese a que ya habían parado los gritos. Allí el inquilino de unos 28 años, quien está viviendo en ese lugar desde hace un año y que sería diseñador industrial, tardó un rato en abrirle la puerta. Luego salió y con una frialdad espeluznante le reiteró que no pasaba nada, tras lo cual le cerró la puerta en las narices. 

Al mismo tiempo otra vecina de una casa colindante que también había escuchado los pedidos de auxilio llamó a la policía.  

Al lugar concurrió un móvil de Motorizada Centro a cuyos efectivos se les informaron sobre los gritos. En vez de subir a ver si algo extraño estaba sucediendo –según dijeron a UNO dos vecinos– y como ya no se escuchaba ni siquiera la música, optaron por irse.  

El martes en horas de la tarde efectivos de Seguridad Personal, que depende de Investigaciones, hallaron estacionado en calle Montecaseros al 2529 el auto Corsa blanco propiedad de Abdulatif. 

Conocedores de que había una denuncia sobre su desaparición contactaron a vecinos y allí tomaron conocimiento de los gritos de auxilio de la noche anterior. Esto les indicó que podían estar ante un hecho grave y dieron intervención a la ayudante fiscal Graciela Cola, de la Oficina Fiscal Nº 1, de Capital.  

Por su parte el cofiscal Martín Scattareggi pidió la orden de allanamiento al juez de Garantías Marcos Pereyra. Con esta en la mano, la ayudante fiscal Cola y la policía entraron al departamento donde encontraron al profesor de historia degollado y con varios puntazos en espalda y tórax. El asesino, que según vecinos se había retirado tranquilamente del edificio alrededor de la medianoche del lunes (el cuerpo fue hallado a la 1 de ayer), habría matado al profesional en un baño. Luego lo arrastró hacia una habitación y lo dejó tirado en el suelo, previo intentar meterlo en un placard para ocultarlo.  

El asesino ni siquiera se inmutó por lo que hizo. Esto quedó demostrado –según explicaron allegados a la investigación– no sólo por la frialdad con la cual atendió a la vecina, sino además por el hecho de que lavó prácticamente todo el departamento tratando de evitar que la sangre llegara al pasillo. 

Para dar con el paradero del homicida, la cofiscal Cola hizo varios allanamientos pero fueron infructuosos. La búsqueda sigue incesantemente. Lo que continúa siendo un misterio es el detonante de un homicidio con estas características tan violentas. La causa quedó en manos del fiscal Daniel Carniello, de la Unidad Fiscal Especial..

Catherina Gibilaro cgibilaro@diariouno.net.ar