La rectora de la UNCuyo, María Victoria Gómez de Erice (64), anhela completar varios proyectos que están a mitad de camino y encarar otros, como la inauguración de un laboratorio de análisis de ADN para fines clínicos y forenses, que ya cuenta con financiamiento para la compra de los aparatos. Un centro de estas características sería de vital importancia para la provincia, sobre todo en materia policial. Esto porque ahora esos estudios debe ser enviados a Buenos Aires, trámite que en la mayoría de los casos demanda extensas demoras. Pero su compromiso con la problemática de la seguridad no se limita sólo a cuestiones prácticas. Otra de sus aspiraciones es la creación de un instituto de criminalística donde se haga hincapié en la prevención del delito. Para Erice la universidad es parte de su vida y no piensa dejar ese ámbito ni siquiera después de jubilarse, a pesar de haber recibido ofertas desde el Gobierno, la Legislatura y el Congreso. “Ingresé en 1958 y cuando me jubile seguiré con posgrados, formando equipos de profesionales, colaborando desde mi lugar”, asegura la mujer que se convirtió en la primera rectora de la UNCuyo tras ganar las elecciones a fines de abril de 2002. Su próximo paso es la pelea por su reelección el 29 de abril cuando se conforme la asamblea universitaria. –¿Qué objetivos no alcanzó a cumplir en estos tres años de gestión? –La territorialización. Llegar con más carreras a departamentos alejados del Gran Mendoza. –Si resulta reelecta, ¿cuáles son sus metas a corto plazo? –Poner en marcha nuestro hospital y que sea un centro de excelencia, terminar de aceitar los mecanismos para el ingreso a la universidad en articulación con el Polimodal, la capacitación de los docentes en los métodos de evaluación y aumentar el número de becas. –¿Aunque en parte lo consiguió ya que se incrementó casi en un millón de pesos la partida anual (de $1,5 pasó a $2,4 millones)? –Así es, pero queremos ampliar los beneficios a más estudiantes. –¿Cómo se trabajaría con los colegios secundarios? –La clave es adecuar los contenidos a las exigencias de la universidad, los que serían incorporados a las materias que ya se dictan en el Polimodal. Vamos a elaborar ese material y lo daremos a conocer a través de los medios. La solución es esa, no la demagogia de dejar entrar a todo el mundo. –¿Cree que el ingreso a la universidad debería ser más estricto? –Desde este año, los exámenes se realizan en razón de las competencias de cada facultad. De todas maneras, el nivel de exigencia depende de cada unidad académica. –¿Le parece una decisión acertada eliminar los cupos en Medicina? –Es absolutamente anacrónico y una locura. Podemos rediscutir el número de ingresantes, el curso de ingreso o las materias puentes. En un ningún país del mundo sucede esto porque la preparación de los médicos requiere una exigencia enorme y una enseñanza casi personalizada. –¿También es extemporáneo pensar en arancelar las carreras? –Hoy no están dadas las condiciones. Además esa medida no depende sólo de mí.