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Uno: Hoy por hoy: ¿Pagar o no pagar?

Existe un derecho constitucional a hacer huelga. Lo que la Constitución no consagra como un derecho es que se cobren los días de huelga que se realizan.

En la práctica ocurre que, cuando se llega al fin del tira y afloja entre la patronal y los trabajadores y se alcanza un arreglo, éste incluye el pago de los días de huelga. Con lo cual se suma a las reivindicaciones el cobrar por los días que no se trabajaron.
En la órbita estatal ésta es una vieja costumbre, que tiene el dato particular de que quien concede la gracia de pagar por los días no trabajados es un funcionario que no paga de su bolsillo, como el dueño de una fábrica, sino con los dineros de los contribuyentes.
Es una costumbre que se diga que se van a descontar los días de paro pero al final el funcionario de turno los pague. Cuando se trata de un conflicto breve, esto ocurre generalmente en un mismo mes y no se alcanzan a liquidar esos descuentos o, la mayoría de las veces, el aludido funcionario hace la vista gorda.
Hace algún tiempo, los judiciales y los estatales en general inventaron ese subterfugio de las “asambleas”, que es un modo hipócrita de no trabajar, hacer huelga y justificarlo con una forma legal que los deja fuera del descuento. La primera pregunta que surge es si no se deberían reglar las asambleas, que podrían hacerse fuera del horario de trabajo para no resentir el servicio que se presta, y si se las hace en horas de trabajo, con un horario muy acotado, con la misma finalidad.
Lo que cabría preguntarse entonces es si las autoridades universitarias, al pagarles a quienes no trabajan en la UNCuyo sus sueldos completos, no están incumpliendo los deberes del funcionario público, al igual que los gobernantes provinciales con respecto a la salud. ¿Cuál es la razón por la cual se les abona el total del sueldo a agentes que no trabajaron una gran cantidad de días? Este es un privilegio que no tendría ningún trabajador de la órbita privada.
En este contexto, siguen los “paros preventivos” a lo Bush en la salud, donde no hay servicios en prevención de algo que puede suceder, o en defensa de la educación privada, no se educa. Por ahora, todas estas gracias se hacen financiadas con fondos públicos, es decir, se les paga a agentes estatales con plata de todos los ciudadanos para que éstos no reciban nada.

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