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Uno: Intentos suicidas muy precoces

Cada vez es menor la edad de los adolescentes con tendencia a quitarse la vida. Los mismos indicadores de inicio temprano se dan para el consumo de alcohol y sustancias adictivas

24 de mayo de 2005, 11:05.

Los intentos de suicidio en adolescentes aumentaron en los últimos tiempos, mientras que la edad es cada vez menor. Los mismos indicadores se trasladan al consumo de sustancias psicoactivas (alcohol, marihuana, pegamentos, otros) y a la aparición de enfermedades como ansiedad y depresión.

Este fenómeno en alza se da tanto en Mendoza como en resto del país, según informó Juan Reboredo, director de la Unidad de Internación en Crisis (UIC) para niños y adolescentes de la provincia.

“Si bien la tendencia de esta problemática aumentó, es algo que se viene dando desde hace varios años. Lo que sucede es que hoy existen más instituciones dedicadas a tratarlas”, explica el profesional a cargo del centro infanto-juvenil.

En nuestra provincia, el suicidio como causa de muerte (en cualquier edad) representa el 1,50% del total de defunciones por año.

Las estadísticas señalan que, en general, los hombres utilizan métodos más letales (balazos, ahorcamientos), a diferencia de las mujeres que se inclinan más por la ingesta de psicofármacos o venenos.

En Argentina la tasa de suicidio promedio anual es una de las más alta de América Latina: 6,52%. Entre las provincias, Santa Cruz marcha a la cabeza con 16,11%, mientras que el último lugar lo ocupan San Juan y Tucumán.

Mendoza se ubica en el undécimo lugar en una franja de 15 a 24 años, con una tasa del 7,74% de suicidios consumados.

En adolescentes el suicidio se considera la segunda causa de muerte después de los accidentes.

Depresión, ansiedad, alcohol, abuso de drogas, trastornos de personalidad y esquizofrenia figuran entre las causas que contribuyen al intento de quitarse la vida en los adolescentes, dice el informe de la UIC, elaborado junto con la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNCuyo.

Otro de los aspectos que se tuvo en cuenta para evaluar a los chicos con intento de suicidio, fue el grupo familiar al que pertenecían: el 70 por ciento tenía un grupo familiar constituido, el 26,66% provenía de instituciones y sólo el 3, 33 % eran chicos de la calle.

“Si bien el porcentaje es mayor entre los que provienen de grupos familiares, la proporción nos dice que siguen siendo muy vulnerables aquellos que están internados en instituciones”, aclara Reboredo.

En el 56% de estos casos, la madre es jefa de familia. Otro dato curioso en los casos de chicos con intento de suicidio, es que el 83% provenía de familias de padres violentos o con depresión o alcoholismo.

Por último este fenómeno se dio más en zonas urbanas (86%) que en rurales (13,3%). Todos estaban escolarizados, aunque presentaban problemas de aprendizaje. Las razones varían: duelo (muerte de una persona querida), mal rendimiento escolar, sentimientos de rechazo, venganza, problemas socioeconómicos y la huida (por problemas que no pueden resolver), en la mayoría de los casos, según el estudio obtenido de la evaluación de casos internados en la Unidad de Internación en Crisis, del Ministerio de Salud provincial.

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