Ha interpretado a los personajes más célebres del repertorio del bel canto. Su enorme voz ha emocionado al público de todas las latitudes junto a Plácido Domingo, Luciano Pavarotti, José Carreras, Sherril Milnes, y Ruggero Raimondi, entre otros maestros.
 
Y esta semana Adelaide Negri está en Mendoza como invitada especialísima de Música Clásica por los Caminos del Vino para brindar a los mendocinos, por primera vez, todo su talento.
 
Esta noche presenta, junto al Coro de Cámara de la UNCuyo (dirigido por Fernando Ballesteros), la Pequeña Misa Solemne, de Gioacchino Rossini. La cita es a las 21.30, en el teatro Independencia.
 
Será la encargada de darle un final brillante a esta semana de música clásica con su concierto junto a la Orquesta Filarmónica, el sábado a las 17, en el predio de Playas Serranas, en el Parque San Martín. Y el domingo, a las 18, en el anfiteatro Chacho Santa Cruz (Parque Yrigoyen, San Rafael), también junto a la orquesta que dirige el maestro Alexei Izmirliev (ver recuadro).
 
Encantadora y regia, posa para las fotos como una profesional, mientras dice sentirse honrada por esta oportunidad de cantar en nuestra provincia. “Estoy muy satisfecha por esta invitación. Es la primera vez que voy a cantar en Mendoza. Sé que hay un público muy culto y muy entendido de música clásica, lo cual me complace muchísimo. Después de haber recorrido el mundo con la ópera, poder brindar en esta ciudad lo que he aprendido y mi arte, me encanta”, asegura.
 
–¿Qué es lo que más le impacta de este ciclo?
 
–El hecho de cantar al aire libre en un escenario sobre el lago del Parque. Eso me llena de curiosidad y de emoción, por ver cómo puede resultar una experiencia semejante. He cantado muchas veces al aire libre, en anfiteatros de Europa, sobre todo en Italia, que conserva sus teatros romanos, y también en el Central Park de Nueva York. Siempre lo hice sin ayuda acústica, pero ésta será mi primera experiencia de hacerlo con micrófono. Será así por la ubicación del escenario y por la cantidad de público que se espera.
 
–¿Hay una tendencia a darle gran magnitud a estos espectáculos?
 
–Es una tendencia mundial que está dando grandes resultados en cuanto se refiere a la difusión de la música clásica. Se ha puesto de moda este tipo de megashows que ayudan mucho a que la gente se acerque a esta música. Gente que tal vez no sacaría entrada en un teatro.
 
–¿Qué versión hará de la obra de Rossini?
 
–Es una obra no tan pequeña, pero sí muy solemne. Rossini la escribió para cuatro voces solistas, un coro, piano y armonio. Después la orquestó. He grabado esa versión con orquesta y órgano, y suena grandiosa. Pero vamos a hacer la versión original, que es muy sentimental, muy religiosa. Es muy hermosa. Y la participación de los solistas y del Coro de Cámara la UNCuyo es perfecta.
 
–En el concierto al aire libre, ¿qué obras vamos a escuchar?
 
–Voy a interpretar arias de ópera. Voy a comenzar con La habanera de Carmen, de Bizet; luego, Vissi d’arte de Tosca, de Puccini; la Casta diva de Norma, de Bellini y partes de El murciélago de Johann Strauss hijo. Esta última tiene muchísima dificultad vocal para el cantante desde el punto de vista técnico pero mucho lucimiento. Además el público se divierte mucho.
 
–¿Cuál es el rol que más le gusta cantar?
 
–He cantado roles que nunca imaginé representar. Pero me gusta mucho la Norma de Bellini y la Lucía de Lammemoor de Donizetti. Me encantan estos personajes por sus dificultades dramáticas, son personajes complejos, que evolucionan.
Patricia Rodón prodon@diariouno.net.ar