Saltar a contenido principal Saltar a navegación principal

Uno: “La educación se ata a modas”

Así lo afirmó Darío Alvarez Klar, especialista en gestión y administración educativa, en una charla ante 250 docentes mendocinos. También juzgó como bueno el sistema de evaluación escolar local

“El sistema de evaluación que implementó Mendoza –en el que se incluyeron notas numéricas y exámenes globales– es bueno, pero no es suficiente para mejorar la calidad integral de la educación”. La opinión es de Darío Alvarez Klar, un especialista en Gestión del Sistema Educativo, que habló ayer ante 250 docentes sobre la evaluación como herramienta para la gestión de instituciones educativas.
“El sistema de Mendoza –este año ha sido tomado en parte por el gobierno de Buenos Aires– implica cambios drásticos. Es un cambio que tiende a mejorar los aprendizajes, es decir que de por sí es bueno; el problema es que los cambios drásticos generan crisis”, consideró Alvarez Klar, maestro y licenciado en Gestión y Administración Educativa, luego de la charla dada en el Centro de Congresos y Exposiciones, organizada por la editorial Santillana.
“Este no es un problema local –advirtió el especialista, también ex director general del Colegio Norbridge de Pilar–; el problema de los sistemas de educación de la Argentina es justamente ese: no hay sistemas que perduren en el tiempo. Un alumno que hoy entra al sistema pasa por tres o cuatro métodos de evaluación distintos a lo largo de su escolaridad y esto genera crisis. Esto es terrible, porque en definitiva se corroe la calidad educativa de una generación entera”.
“La gran desventaja de la educación en la Argentina es que se ata a modas u oleadas. Cada vez que se produce un cambio, se derroca o se destruye lo anterior y no hay un proceso, justamente en el área donde más importancia se les debe dar a los procesos. En el medio hay docentes, directivos, alumnos y familias que se tienen que adaptar y esto genera resquemor”, analizó Alvarez Klar.
 
Problemas de la fragmentación
“La Argentina tiene un sistema de educación muy distinto entre sí, hay muchas particularidades entre el interior y la Capital, entre lo rural y lo urbano y entre la educación pública y la privada. En este marco el proyecto de evaluación es resultado de esto; no hay un lineamiento acertado de evaluación que tenga que ver con generar un perfil de alumno o de educador y de contenidos por transmitir. Un intento de esto fue la Ley Federal de Educación, pero la aplicación no fue igual para todo el país. Hoy está en crisis y resquebrajada en todos lados. En Buenos Aires hay fuertes intentos para reformarla”.
“El gran tema que permitiría cambiar la educación, que es profesionalizar la tarea docente, está flaqueando y es el puntapié inicial para mejorar el resto de la educación. Un docente hoy se recibe y podría no capacitarse nunca más y aún así está acreditado para trabajar; para evitar esto tendría que haber una obligatoriedad en cuanto al perfeccionamiento. El sistema privilegia de igual manera a un docente que se forma que a uno que no. Hay que estimular la capacitación docente”, manifestó.
 
Para aprender
“Si se hace un repaso por la historia de la educación se puede ver que hay momentos interesantes en materia de cambios en la educación; pero que siempre quedan en intenciones. Luego de la llegada de la democracia se convocó al Congreso Pedagógico Nacional, un hecho histórico porque por más de 100 años eso no había ocurrido. Pero la implementación de las conclusiones nunca existió. Hoy creo que estamos frente a buenas intenciones, pero habrá que esperar cinco años para ver los resultados”, explicó Alvarez Klar.
“El problema es que cuando la educación se convierte en un sostén de lo social, de la contención afectiva, de la alimentación, de la seguridad y hasta de la protección de un techo, se juntan demasiados intereses, cuando en realidad la escuela debe ser para aprender”, finalizó.
Sara González sgonzalez@diariouno.net.ar

Contenido relacionado