El reñido debate que se generó en torno a los consultorios ginecológicos y de salud reproductiva de la UNCuyo durante el 2003 –se llegó a decir que la universidad estatal había abierto un “consultorio sexual”– no hizo más que despertar el interés de las adolescentes: las consultas del 2004 se triplicaron respecto del 2002.
A su vez, las tendencias del primer trimestre de este año, en el que ya se recibieron más de 220 inquietudes, indican que las cifras se abultarán aún más al finalizar el ciclo lectivo.
El pico de la demanda se registró el año pasado: durante el 2004 se atendieron 697 consultas, de las cuales 493 (el 70%) fueron de salud reproductiva y 204 (el 30%) sobre control ginecológico general.
Otro dato importante que arrojan las estadísticas de los consultorios ginecológicos que comenzaron a funcionar este año en el Comedor Universitario es que al menos el 85% de las adolescentes que se practican un papanicolau y una colposcopía –estudios vitales para prevenir el cáncer de cuello uterino– lo hicieron allí por primera vez.
Asimismo, casi el 70% de las jóvenes que fueron a consulta se realizaron por primera vez un examen de mamas, otro estudio que debe practicarse a corta edad para evitar un cáncer que se cobra la vida de más de 250 mujeres cada año en nuestra provincia.
Despejar las dudas
Las médicas que atienden allí –dos ginecólogas y una obstetra– sienten que cumplen un importante objetivo. “Ayudamos a despejar dudas”, describió la ginecóloga Sara Papa, a cuya consulta llegan entre 15 y 20 chicas por día, la mayoría de ellas por primera vez. La médica admite que el 90% de las pacientes tiene escaso o nulo conocimiento de los métodos anticonceptivos.
“Sorprende que haya tanta desinformación, sobre todo en chicas universitarias; pero en las familias hay muchos tabúes –añadió la obstetra Verónica Montivero–. Es muy común que se desconozca el uso correcto del preservativo, o ignoran para qué sirve un papanicolau”.
Evitar un embarazo no deseado es la prioridad en las consultas. Piden información sobre métodos y finalmente se inclinan hacia el anticonceptivo oral. “Insistimos en el doble método, pastilla y preservativo, para prevenir las enfermedades de transmisión sexual”, comentó Papa.
Recién iniciadas en la sexualidad, e involucradas en el 80% de los casos en relaciones estables, las jóvenes suelen llegar al consultorio de las ginecólogas con alta angustia y culpabilidad. Las que iniciaron su relación sexual antes de los 20 años tienen aún más temores ligados, siempre, al embarazo.
“En general, las chicas nos comentan que no están satisfechas, que tienen sexo sólo para satisfacer a su pareja. Es notable cuántas jóvenes dicen sentir dolor durante la relación sexual”, reveló la obstetra.
* Gabriela Malicia / gmalizia@diariouno.net.ar
