Este proyecto científico es el primero que se realiza en el país y plantea como objetivos cuantitativos una inversión del 1% del Producto Bruto Interno y que los investigadores sean el 3% de la población económicamente activa.

Según la propuesta, que tiene carácter “flexible”, en el futuro la inversión privada deberá ser igual a la que haga el Estado y en el país se deberá duplicar la actual cantidad de investigadores, que llegarán a 36.000, entre doctores y becarios.

La presentación la realizó el ministro de Educación, Daniel Filmus, junto al secretario de Ciencia y Tecnología, Tulio del Bono, en el salón Luz Vieira del Palacio Sarmiento.

Mario Albornoz, el observador de la Comisión de Ciencia y Tecnología, explicó que los objetivos del plan eran “orientar la investigación hacia un mejor conocimiento de la sociedad, la mejora de la calidad de vida y el desarrollo social”.

“Crear y aplicar conocimientos para la explotación responsable de los recursos naturales con protección del ambiente y fortalecer la innovación tecnológica en las actividades productivas” son otras metas.

El plan pretende también “aumentar la base científica y la capacidad tecnológica” y Filmus explicó que no se plantearon “la preocupación de los científicos, sino los problemas de la gente”.

Del Bono explicó que también quisieron que “haya una mejor distribución de los científicos que la actual, cuando el 80 % de los investigadores se concentran en la zona pampeana y la mayoría en la provincia de Buenos Aires”.

Para que los científicos vuelvan a las provincias y retornen al país los que emigraron se propuso el denominado Plan Arraigo y analizaron la generación de recursos humanos con el Consejo Interuniversitario Nacional.

El especialista admitió que el plan podía tener “algunos errores”, pero su lanzamiento se realizó “en una carrera contrarreloj”, por lo que sostuvo que “lo peor era que no hubiera ningún plan”.

Recordó que la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) ya tienen un plan estratégico pero este abarcaba todas las áreas y actividades.

Para el trabajo de los científicos, que demandará más y mejores laboratorios, se iniciaron contactos con el Ministerio de Planificación Federal tendientes a desarrollar esa estructura.

El ministro Daniel Filmus detalló que los contactos con las empresas que participan en la actividad los realizan con el Ministerio de Economía, que junto al de Defensa y otras áreas tiene actividades relacionadas con las ciencias y las tecnologías.

Respecto de los aportes de los privados, el ministro de Educación dijo que “existen en el país cerca de 24 leyes por las que las firmas deben reinvertir en ciencia y desarrollo tecnológico, muchas de las cuales fueron copiadas de Brasil”.

El plan ya está en marcha.