La decisión se tomó al término de una asamblea que empezó a las 11 y culminó a las 18.30. Participaron casi 400 alumnos y el resultado fue el siguiente: 194 votos a favor y 168 en contra de desactivar el reclamo.
En un principio, la toma se inició en apoyo de los docentes universitarios. Pero, la semana pasada un grupo de estudiantes resolvió continuar con esa metodología a pesar de que los profesores levantaron el paro.
Entre las reivindicaciones, los estudiantes requerían ponerle fin a las restricciones académicas que hacen desertar a los alumnos que trabajan, eliminar el ingreso restricto, reformar los planes de estudio, eliminar el cursado obligatorio, dictar clases en tres turnos y retirar los símbolos religiosos de las aulas que representan sólo la fe católica, entre otras cosas. Menos el segundo y quinto punto, los estudiantes lograron todo lo que pedían.
Sobre la obligatoriedad del cursado, se especificó que cada cátedra deberá explicitarlo en los programas. En ningún caso podrá ser obligatoria la asistencia a clases teóricas con modalidad de asignatura.