Una de las organizaciones gremiales que los agrupa alertó ayer que el 80% de los médicos que se recibieron en la última década en Mendoza no ha hecho la residencia en los hospitales y como consecuencia de ello no están especializados.
Así lo expuso el Círculo Médico local, quien reveló un diagnóstico que dejó a la calidad del trabajo de buena parte los doctores en terapia intensiva: los propios médicos están hablando de que hoy en la provincia no se cubren vacantes en áreas críticas por falta de capacitación y que además hay falencias en la atención producto de la ausencia de formación.
El círculo habló de esto en una reunión que se realizó en la Legislatura, ante la Comisión de Salud de la Cámara Alta, que había sido convocada originalmente para tratar el conflicto salarial de los profesionales y el Gobierno del último mes, pero que terminó derivando en algo mucho más agudo, que se avizora como producto de la escasa cantidad de vacantes que el Estado provincial, el nacional y los privados brindan para que un médico recién recibido pueda especializarse.
“El problema es muy grave y nadie se da cuenta ¿Ustedes saben quién les va a abrir un abdomen dentro de diez años, o les va a hacer una cirugía? Médicos que no están debidamente formados”, les dijo Ignacio Berríos, titular de la organización gremial, a los senadores.
Según datos del Círculo Médico, hoy en Mendoza existen dificultades para encontrar anestesistas, especialistas en unidad coronaria, en terapia intensiva infantil, en cirugía infantil, médicos capacitados en resolver emergencias, en terapia intensiva para adultos y también en neonatología, entre otras ramas.
Asimismo se registra un vacío importante en especialistas en geriatría, panorama que se agrava ante un hecho que marcan las estadísticas: se calcula que en el año 2010, el 30% de la población de la provincia será mayor de 60 años.
La situación no sólo genera que no se encuentren profesionales en actividades críticas. También provoca una brecha muy grande entre los médicos que llevan años, que se formaron en otra realidad, y el resto.
“Los desafío –planteó Berríos– a que hagamos un ejercicio. Vayan a cualquier hospital y pidan que les recomienden a cualquier especialista. Se van a dar cuenta que los van a mandar a ver a médicos de no menos de 45 o 50 años”.
El Ministerio de Salud no escondió el problema debajo de la alfombra, cuando fue consultado por UNO. Aunque trató de minimizar el impacto que generó la alarma encendida por el círculo.
“Nos gustaría que el cupo de residencias que tiene la provincia sea del 100%. El Estado se está ocupando, pero no hay cupos para todos los que se reciben”, sostuvo Raúl Villach, director de Regulación y Control del Servicio de Salud del Gobierno de la provincia.
Los números oficiales confirman la falencia. En 2006 el cupo de residencias y concurrencias en los hospitales fue de 146 vacantes. Los que se presentaron a rendir fueron 320 médicos.
O sea: por año la mitad de los que quieren formarse en alguna especialidad, se quedan afuera (ver aparte).
Para el Estado, en la voz de Villach, “el tema es de preocupación constante y lo ideal es que le demos formación a todos los egresados”.
Pero prefieren poner el foco en otro lado. Sobre todo, en la cantidad de médicos que sacan las tres universidades locales (UNCuyo, Aconcagua y Mendoza) que llegó a los 267 matriculados en 2005. Y que en lo que va del año ya va por los 169.
“Esta gente –por el Círculo Médico– nunca dijo nada cuando se creaban universidades”, descargó el funcionario. Y soltó una iniciativa: Salud está impulsando que sean las propias universidades quienes se ocupen de brindarle carreras de posgrado a sus egresados.
En Mendoza hoy están en actividad unos 6.500 médicos, de los cuáles el 30% se recibió hace más de 20 años. El resto –según el Círculo Médico– tuvo fallas con su capacitación.“El problema viene desde hace tiempo. Ahora alcanzó su punto más crítico”, analizó Berríos.
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27 de noviembre de 2024