“No sé muy bien cómo se escribe, pero creo que es así: Ich liebe der Musik. Bueno, el tema es que amo la música”. El alemán no es su fuerte, pero la música significa todo para Federico Díaz Páez (19), quien mañana partirá hacia Austria para estudiar por 5 años interpretación de guitarra en una de las universidades más prestigiosas del mundo.
“Sé que voy a extrañar un montón a mi familia y a mis amigos. Pero esta es una experiencia única, increíble y hay que ir como sea, subirse ahora al tren y asumir el riesgo”, sentencia este adolescente que recibió el Premio al Joven destacado por el Consejo Empresario Mendocino (CEM), en la categoría Logros Académicos.
Federico egresó el año pasado de la Escuela de Música de la UNCuyo con el puntaje más alto de su promoción (9,50). Con título en mano, se postuló para cursar un posgrado en la prestigiosa Universität Mozarteum Salzburg, en donde enseña el reconocido guitarrista clásico Eliot Fisk. Hace unos meses, el joven recibió por correo la buena nueva: lo habían aceptado.
Como esa casa de estudios no otorga becas, nuestro protagonista debió organizar cenas y conciertos de guitarra para recaudar dinero y mantenerse en el país europeo hasta que encuentre algún trabajo. Sus ahorros y aportes del CEM lo ayudaron a concretar el sueño de estudiar en el viejo continente.
Acordes con historia
La primera guitarra que cayó en sus manos fue cuando cumplió los 12 años, y las primeras melodías que interpretó fueron de Astor Piazzolla. Desde entonces, Federico no dejó nunca de jugar con seis cuerdas para interpretar música clásica y tango. Incluso también participó en bandas de rock y hasta música reggae.
El mendocino cursó ocho años en el conservatorio de música y, en forma paralela, cursó el secundario en el Bachillerato Artístico Musical de Mendoza. Sus compositores favoritos son Juan Sebastián Bach y Heitor Villalobos, de Brasil. Pero también se define como fanático del guitarrista criollo Luis Salinas.
Actualmente, toca en una banda de tango llamada Bandó y practica guitarra cerca de cinco horas diarias. “En esto hay 95% de transpiración y 5% de talento. Pero ese porcentaje de talento es lo que hace la diferencia”, reflexiona a horas de embarcarse en un avión con destino a Austria.
La UNCUYO invita al foro de urbanismo para repensar una ciudad integral y sostenible
27 de noviembre de 2024