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UNO: Más de 500 chicos especiales cursan en escuelas comunes

En total, en Mendoza reciben educación formal 4.700 chicos con capacidades diferentes.

27 de agosto de 2004, 11:25.

En Mendoza, crece no sólo el número de escuelas para discapacitados, sino también el fenómeno de integración social de estos chicos en ámbitos antes vedados para ellos. Es que además de contar con 60 establecimientos públicos para albergar a chicos especiales, la Dirección General de Escuelas ha logrado insertar en las escuelas comunes de la provincia a 570 de los 4.700 alumnos con capacidades diferentes actualmente matriculados.

La nada despreciable cifra está estrechamente vinculada con “el excelente nivel pedagógico con que cuentan los profesionales mendocinos a cargo de estos chicos”, según aseguró ayer la directora de Educación Especial, Alicia Reparaz, tras colocar la piedra fundacional de lo que será la nueva escuela de educación especial Villa de Uspallata, junto al gobernador Julio Cobos y otros funcionarios.

“Mendoza es la única provincia en todo el país que tiene formación de grado. Pues aquí tenemos una facultad específica para esta problemática (Facultad de Educación Elemental y Especial de la UNCuyo) y, por tanto, profesionales muy preparados. Las escuelas nuestras no son sólo pedagógicas sino también terapéuticas”, añadió orgullosa Reparaz.

En cuanto a la futura escuela, ubicada a pocos metros del centro de Uspallata, mantendrá el mismo nombre que el actual: Villa de Uspallata, la cual lleva 16 años funcionando para EGB1 y EGB2 –sin edificio propio– en ese rincón de la alta montaña.

El acto tuvo un carácter netamente simbólico, aunque sirvió para que el Gobierno, junto a la Fundación Liceísta (del Liceo Militar General Espejo) se comprometieran a “finalizar la construcción del edificio escolar antes del ciclo escolar 2005”.

La inversión total de la obra rondará los $200 mil y la mitad de esa suma la aportará el Instituto Provincial de la Vivienda (IPV). Incluso ya ha previsto fondos para el equipamiento de la escuela, cuyo terreno ocupa el equivalente a un tercio de manzana.

Del resto de la financiación se encargarán la DGE y el Ministerio de Obras, además de las colaboraciones que realice la Fundación Liceísta, entidad que apadrina el proyecto.

En tanto, el intentente de Las Heras, Rubén Miranda, se comprometió a pagar por un año el alquiler de la casa donde funciona actualmente la escuela y prometió colaborar con el cemento para la edificación del futuro colegio.

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