Así, la Nación destina la mayor parte de su presupuesto a mantener las universidades, mientras que las provincias se dedican casi exclusivamente a las escuelas primarias y secundarias. “En el medio queda una franja muy alta de gente que no está institucionalizada y nunca lo estará, para la que no existen programas ni ayuda específicos”, admitió la funcionaria. Por esta razón, el Gobierno provincial tiene previsto poner “todas las fichas” en planes que salgan de la educación formal y sistémica. Por ejemplo, se impulsarán cursos semipresenciales, a distancia y alternativos. En efecto, en el transcurso de la jornada de hoy se realizará una conferencia de prensa para anunciar un programa de terminalidad educativa del secundario. Además, se buscará que el servicio social voluntario –ambicioso proyecto que en el 2005 cubrirá las necesidades de unos 1.000 jóvenes– haga especial énfasis en la pata educativa. La idea es que los beneficiarios concluyan la EGB3 y obtengan capacitación para que tengan una salida laboral.
En tanto, a nivel nacional el diario La Nación adelantó en su edición dominical que en setiembre la administración de Néstor Kirchner lanzará un programa de alfabetización y terminalidad de la escolaridad básica, que combinará programas televisivos, de radio, videos, material impreso y provisión de útiles para 100.000 personas por semestre. Según el matutino, funcionará a partir de convenios con las provincias y ONG y sobre la base de una red de voluntarios (estudiantes universitarios, maestros y jefes y jefas de hogar con título secundario). “Además de los analfabetos puros, me alarma el analfabetismo funcional, es decir, el nivel que tienen aquellas personas que alguna vez pasaron por el sistema escolar pero que no continuaron profundizando conocimientos y que, en los hechos, no los aplican”, dijo Cunietti. Y agregó: “Son aquellos ‘inempleables’, porque no pueden insertarse al mundo laboral ya que no saben respetar consignas, leer, mantener un orden”.