Aunque dice que no es un “profesional de la política”, el realizador de inmortales películas como El exilio de Gardel, La hora de los hornos, El viaje o Sur construyó un diálogo con Escenario como si fuera un verdadero politólogo. No hay tema que a Pino aleje del mundo político, económico y social del país. La decadencia histórica de los jóvenes realizadores, su estímulo en la gente a la hora de filmar Memoria del saqueo y la continuidad de este documental que estrenará el año que viene (Argentina latente) fueron algunos de los ejes de este cuasi “monólogo periodístico”.
–¿Por qué cree que en este resurgimiento del cine nacional no se trata con frecuencia hechos históricos sin ficcionarlos?
–Es buena esta pregunta porque desde el ’83 hasta el 2004 se han filmado más o menos 800 largometrajes, de los cuales no sé si el uno por ciento se ocupó del tema de la dictadura. Este es un tema que molesta. Los jóvenes realizadores no se caracterizan por su contacto con la historia. Han sido formados en los años de la globalización y han sido educados en hogares donde “mejor no te metás en política”, ya sea porque podés desaparecer o porque es corrupción. Los jóvenes de los años ’90 no han hecho un cine con vocación de desentrañar qué es lo que nos está pasando. Recién cuando el país se hizo añicos, en el 2001, empezó a volver un interés social sobre la realidad.
–¿Cómo surge un filme así en medio del torbellino histórico en el que vivía el país en el 2001?
–Salía a la calle a filmar Memoria... y la gente me decía: “Pino, qué razón tenía”. La gente me estimuló mucho. Me pasé diez años advirtiendo en solitario lo que iba a pasar. Memoria… es un análisis y una reflexión sobre las causas de esta tragedia argentina. Todavía hoy las causas están latentes y no se han hecho investigaciones sobre los grandes delitos que se cometieron contra el patrimonio público.
–¿Cómo evalúa su paso en la política partidaria?
–Algunas cosas hice. Tuve 160 proyectos, aprendí muchísimo, viajé muchísimo por el país. Fui un opositor consecuente que se ligó seis tiros en las piernas. Ahora no volvería porque no soy un profesional de la política. Volví a mi profesión, que es el cine.
–¿Qué se viene?
–Argentina latente es otro documental, más largo, que complementa a éste. En lugar de hablar del poder, hablo de cómo resistió la gente en los barrios la desocupación, la miseria y la pobreza. Abarca del 2002 hasta este año.
Viernes: presenta la función de las 22 de Memoria del saqueo en el cine Universidad (Lavalle 77, Cuidad).
Sábado: a las 12, charla abierta a todo público en el Museo de Arte Moderno (plaza Independencia, Ciudad). A las 20 y 22, vuelve a presentar su documental en el cine Universidad.
Desde hoy hasta el miércoles 8: Memoria del saqueo se proyecta en la sala del Universidad, que en estos días estrena nuevo sonido.