Esta noche, en el marco de la Semana de la Cultura, la Orquesta Sinfónica de la UNCuyo ofrecerá, como parte de su Temporada de Conciertos 2005, un espectáculo con las obras más célebres de Manuel de Falla.
La cita es a las 21.30, en el auditorio Angel Bustelo, y las entradas ya están agotadas. Las localidades para cualquier show de la Semana de la Cultura son gratuitas, pero deben retirarse con anterioridad en las boleterías correspondientes. Esto ha permitido que obras de este tipo de propuestas sean apreciadas por una enorme cantidad de público. Hoy, por ejemplo, verán el espectáculo de la orquesta alrededor de 1.500 espectadores.
En esta ocasión, la agrupación sinfónica estará dirigida por su titular, David Handel, y la coreografía y la puesta en escena estarán a cargo de Cristina García de Kotlik. El baile estará a cargo del ballet español La Coruña y actuará también el Coro de Cámara de la UNCuyo, dirigido por Fernando Ballesteros. Además, habrá ocho solistas de canto y seis bailarines de diferentes partes del país.
Según José Loyero, coordinador de la Orquesta Sinfónica, “por primera vez se presentará en Mendoza la puesta en escena de la ópera La vida breve, de Manuel De Falla, a cargo de un numeroso y calificado elenco de solistas, bailarines y coreutas que actuarán junto con la Sinfónica y conformarán una reunión de casi 150 artistas en escena”.
En la segunda parte, se repondrá uno de los más populares ballets del siglo XX: El sombrero de tres picos, también del español De Falla, junto con el ballet La Coruña y la participación de bailarines invitados.
La elección de las obras
“Es un programa espectacular y un repertorio que me encanta. Al pensar en proyectos grandes que podíamos armar este año, mi primer año con la Sinfónica, me pareció muy conveniente y atractivo esto para mostrarle al público de Mendoza”, explicó Handel a Escenario.
Manuel de Falla fue un compositor español que murió en 1946, en Córdoba, Argentina. En la ópera La vida breve, De Falla le puso música al libreto de Carlos Fernández Shaw. Con esta obra el español ganó el concurso de la Academia de Bellas Artes de Madrid en 1905. Su estreno, tras numerosas vicisitudes, tuvo lugar el 1 de abril de 1913, en Niza, siendo cantada en francés. En la ópera, la acción se desarrolla en Granada a principios del siglo XX.
La historia del ballet El sombrero de tres picos nació en el verano de 1916, cuando los Ballets Rusos de Diaghilev visitaron Madrid. Allí el empresario ruso se juntó con su amigo, Manuel de Falla. Diaghilev aprovechó este encuentro para proponerle realizar un ballet con una de sus partituras. De Falla le habló entonces de un viejo proyecto sobre la pequeña novela El sombrero de tres picos, de Pedro Antonio de Alarcón, escrita en 1874, que tenía en carpeta desde hacía más de una década y de la que ya existía una adaptación operística de Hugo Wolf.
Diaghilev la consideró una idea estupenda y decidió esperar a que el ballet estuviese terminado para incluirlo dentro de sus giras. Pero además insistió en que también cabía la posibilidad de llevar a escena Noches en los jardines de España. La sensualidad que la partitura le sugería le hizo imaginar una fiesta nocturna con los patios de la Alhambra como escenario principal, donde bravíos gitanos cortejaban a muchachas rebosantes de pasión.
De Falla, que era un católico devoto y se mantuvo toda su vida célibe, alejado de las pasiones mundanas, se negó horrorizado. No había compuesto su obra para convertirla en un espectáculo “vulgar e impropio” de quien había puesto en escena La consagración de la primavera.
Además, De Falla escribió dos suites para orquesta, suprimiendo escenas descriptivas y varios momentos con intervención vocal femenina.
Gema Gallardo uno_escenario@diariouno.net.ar
