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Uno: Otro juez para la nena ahogada en la UNCuyo

Lo decidió la Cámara Federal de Apelaciones. Ahora el caso está en manos de Alfredo Manuel Rodríguez

La Cámara Federal de Apelaciones decidió que la investigación por la muerte de Marcela Sánchez (12) en la pileta de la UNCuyo cambie de juez. Ahora está en manos de Alfredo Manuel Rodríguez, titular del Juzgado Federal Nº3.
 
El máximo tribunal federal cuyano intervino para resolver el conflicto de competencia entre este magistrado y su par Walter Bento. Todo comenzó cuando el abogado de dos de los cinco imputados pidió que el caso pasara al juzgado de Rodríguez ya que en el de Bento él no puede actuar porque fue funcionario judicial hasta el 2005. Y la ley lo inhabilita para litigar por dos años.
 
Este trámite postergó hace quince días las declaraciones indagatorias de los imputados. Pero antes de reprogramar las audiencias, el juez Rodríguez deberá pronunciarse sobre otro pedido del letrado Dante Vega: que la causa pase a la Justicia provincial, más precisamente a la Unidad Fiscal de Capital.
 
Todas las partes involucradas en este proceso, los imputados y los padres de la niña serán informados acerca de este nuevo incidente.
 
Cuatro empleados de la UNCuyo y el concesionario de la pileta universitaria quedaron comprometidos el 28 de febrero, cuando el juez Bento les imputó el delito de homicidio culposo, que es excarcelable.
 
No les atribuyó la intención de que la niña muriese ahogada. Dijo que “inobservaron” reglamentos internos sobre mantenimiento de las instalaciones, lo que derivó en la falta de una rejilla sobre el hueco de desagote lateral y el funcionamiento de la bomba extractora de agua.
 
El domingo 8 de enero al anochecer, un joven que llegó a lo más profundo de la pileta avisó que había tocado algo. El bañero se arrojó y vio que la niña estaba desmayada y atrapada en el hueco del desagote.
 
“Cuando se apagó la bomba recién pudimos sacarla”, contó después a UNO acerca de las dramáticas y fallidas maniobras de rescate.
 
Peritos de la Policía Científica de Gendarmería Nacional trabajaron durante 10 días en la pileta haciendo pruebas que demostraron el alto poder de succión del mecanismo de desagote. Y al juez le acercaron una hipótesis muy importante: la niña pudo haber quedado atrapada.
 
Cuando la Justicia federal retiró a los gendarmes, la UNCuyo hizo mejoras: puso salvavidas nuevos, marcó los niveles de profundidad a la orilla de la pileta y decidió desagotarla sin gente adentro.
José Luis Verderico jlverderico@diariouno.net.ar

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