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Uno: Restos de la cultura Aconcagua

Los hallaron en la zona de Laguna del Diamante. Datan del 1040. Los vestigios serían de un asentamiento indígena. Los detectaron gendarmes. Ahora los analizan expertos de la UNCuyo

14 de abril de 2005, 13:43.

SAN CARLOS– El escuadrón 28 de Gendarmería Nacional halló –en las inmediaciones de la reserva natural Laguna del Diamante– indicios de lo que habría sido un asentamiento indígena que, de acuerdo con las primeras observaciones arqueológicas, dataría del año 1000 y serían propios de la cultura Aconcagua. Ayer el director del Instituto de Arqueología y Etnología de la Universidad Nacional de Cuyo, Víctor Durán, recibió todo el material cartográfico y las fotos del hallazgo que efectuaron los gendarmes, por lo que inmediatamente se puso en conocimiento de esto a la Dirección de Patrimonio de la provincia. El comandante Gustavo González explicó a UNO que “el hallazgo se produjo casualmente cuando se desarrollaban tareas rutinarias de prevención de ilícitos, vigilancia de frontera y control de conservación de hitos”. El lugar se encuentra hacia el sur de Laguna del Diamante en proximidades del río Borbollón, límite natural entre San Carlos y San Rafael, en un sector de difícil acceso que corresponde a San Rafael. Entre los restos se hallaron recintos semicirculares, compuestos de piedras superpuestas, a modo de pircas, distintas a los tradicionales “reales” que construyen los arrieros en alta montaña con la finalidad de descansar durante la noche y refugiarse de los fuertes vientos cordilleranos. Cerámica de pasta naranja Además se hallaron algunos objetos de cerámica de pasta naranja pintada sobre la superficie. “Este tipo de objetos se dio del lado chileno entre los años 1000 y 1450 y lo realizaba la cultura Aconcagua”, explicó el arqueólogo, para quien también en el lugar es posible que se encuentren puntas de proyectil y productos elaborados en roca. Estos hombres de la cultura Aconcagua acostumbraban trasponer en la época estival la cordillera con la finalidad de aprovechar los mejores pastos, la caza de guanacos y la obtención de algunos minerales tales como cobre y bronce. Además se especula que realizaban transacciones con aborígenes de esta región que serían los antepasados de los puelches, para conseguir bienes exóticos tales como plumas de ñandú, pieles de guanacos y algunos productos agrícolas. Otro de los motivos por los que estos antiguos habitantes se introducían en esta zona de la cordillera era que en el cráter de la laguna del Diamante se encontraba oxidiana, que es un vidrio natural de color oscuro que utilizaban para realizar puntas de proyectiles tanto para la caza como para la guerra.

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