El cantautor santafesino subió al escenario pasadas las 21.30 para tocar invitado por la Asociación Argentina de Intérpretes-Cámara Argentina de Productores de Fonogramas y Videogramas (AADI-CAPIF) para participar en su campaña nacional en beneficio de los niños argentinos.
Bajo el sol de Bogotá fue el tema elegido para iniciar una seguidilla de clásicos.
Un recorrido por su reciente disco grabado en vivo –El vivo de León– y sus clásicos no hicieron más que reafirmar el compromiso social de este gran artista, que mañana será uno de los números centrales de la tercera fecha del festival Quilmes Rock, que se realiza en Buenos Aires.
Cola de Amor, Cachito Campeón de Corrientes, En el país de la libertad, Carita y La navidad de Luis fueron algunos de los temas que cantó Gieco, y en los que más adhesión consiguió por parte del público.
A los 53 años, Raúl Alberto Antonio Gieco demostró ser, una vez más, un incansable luchador de los derechos humanos. Sus fieles seguidores no pararon de ovacionarlo y corear sus temas durante todo el concierto.
Chacareras y chamamés acompañaron al popular intérprete, además de combinar en el repertorio su tradicional armónica y guitarra.
“Este recital está dedicado a Olga Sangioveni, mujer de Ricardo, uno de los que inició está movida”, fueron las primeras emotivas palabras que dijo Gieco a su público.
Algunos de sus últimos hits, como Bandidos rurales y Ojo con los Orozco, se intercalaron con viejas y memorables canciones, como La rata Lali, La cultura es la sonrisa y El fantasma de Canterville, en un recital más folclórico que rockero.
“Superó todas nuestras expectativas. Con este recital volvimos a darnos cuenta de que el país es por demás solidario. Fijáte que la gente llega y entrega útiles por demás para colaborar con esta causa”, sostuvo Daniel García, gerente general de AADI-CAPIF, en un momento del recital.
León no necesitó rugir para demostrar con su canto popular su poder de convocatoria, su sensibilidad social y su capacidad de entregarles su arte a quienes más lo necesitan.