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UNO: Sábado 2: Residentes: un área laboral con deficiencias

Ignacio Berríos Presidente del Círculo Médico de Mendoza

04 de octubre de 2004, 11:05.

Para el Estado trabajan 295 profesionales residentes o en formación. El 85 por ciento son médicos y el resto bioquímicos, odontólogos, psicólogos, farmacéuticos, nutricionistas, trabajadores sociales y enfermeros universitarios.

Del total de las plazas de residencias médicas, el 50 por ciento son asignadas a medicina de familia, pediatría y tocoginecología, distribuidas en hospitales públicos y centros de salud.

En tanto, 165 profesionales se encuentran realizando las concurrencias programadas (especialización), de los cuales el 78 por ciento son médicos.

Hablamos con el presidente del Círculo Médico, Ignacio Berríos.

–¿Cuál es la situación de los médicos residentes de la provincia?

–En general sufren deficiencias importantes. Desde que no está claro quién y qué les tienen que enseñar, hasta el régimen salarial, que en algunos casos hasta tienen que pagar ellos mismos por trabajar. Hay un régimen de residencias, los autobecarios, que no cobran. Y en algunos lugares no se los inscribe como residentes para no pagarles y utilizar su mano de obra.

–¿Es decir que estas condiciones laborales no están reguladas?

–Hay una ley de residencias y un decreto de concurrencias que regulan esto. Sin embargo la ley no se cumple con el rigor que debería. Esto ha motivado que en el Círculo Médico un grupo numeroso de jóvenes haya formado comisiones para tratar de modificar estas situaciones. Porque no sólo va en contra de ellos sino de la sociedad porque muchas veces la atención no está acorde con la necesidad.

–Además se exponen a que les hagan juicios por mala praxis...

–No tenga la menor duda. Porque la primera línea de atención es la que está más expuesta. Y en muchos casos, estos jóvenes médicos tienen a su cargo la atención directa.

–¿En qué lugares se observa más esta explotación?

–El Estado tiene más cuidado para que se cumpla la ley, aunque no es tan riguroso. Es sobre todo en el sector privado donde se ven estas condiciones laborales. Pero no sólo se produce en las residencias sino también en las concurrencias programadas, que es un servicio más prolongado, dura 5 años. En muchos casos los concurrentes sirven para sacar el trabajo, a bajo precio. Además con todas las concurrencias y todas las residencias tenemos un número insuficiente. Y, por ser pocas, los jóvenes las aceptan porque es con lo único que cuentan para formarse.

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