Con esa imagen, Chen, seguramente, sintetizó el pensamiento geopolítico de China, convertida en sexta economía del orbe y a un paso de ser potencia.
Kaixian Chen fue presentado ayer en sociedad por la ministra de Economía de la Provincia, Laura Montero, en una reunión realizada en la Enoteca de las Artes, que inauguró un ciclo de conferencias sobre distintos aspectos de la vida china.
Ayer habló acerca de los Pros y contras de la China actual ante un público algo heterogéneo, que no llenó la sala y en el que abundaron mujeres del ambiente universitario. Chen sostuvo que su país “no es una amenaza para el mundo” como algunos pretenden hacer creer y desestimó que la supuesta “invasión” de productos chinos a la Argentina pueda hacer sucumbir producciones locales. “China enfrentó el mismo problema al abrir sus puertas al exterior y, hoy, los argentinos pueden aprovechar las ventajas que ofrece China para invertir y colocar productos”, señaló. Citó, por ejemplo, el interés existente en sus coterráneos por las pieles, el petróleo, la tecnología para los jugos de fruta, en donde la Argentina tendría un campo propicio para actuar.
“Es como para disminuir los efectos negativos por el ajo”, dijo con picardía para aludir al tema. Agregó luego –más serio– que en Mendoza no debería existir temor por el bulbo asiático ya que “China produce mucho ajo” pero no apunta a ganar mercados como el argentino.
Catedrático de Literatura Española e Hispanoamericana y director del Centro Cervantes en la Universidad de Nanjing, Chen historió acerca del pasado y sostuvo que la mítica Revolución Cultural china, que impulsó Mao desde 1966, “se inició en el terreno cultural pero su objetivo era absolutamente político”.
Opinó que, “precisamente por esa revolución cultural, China tiene esta actualidad” ya que durante ese período, donde la radicalización ideológica fue dominante, la crítica llegó a todos los sectores. “Las cosas habían llegado a un extremo que desembocaron, con el correr del tiempo, en la apertura y reforma política, que comenzó a darse en 1978-79”, dijo.
En cuanto a los pros del aperturismo, Chen señaló que la vida ha cambiado enormemente en las ciudades chinas y comparó a su país con un enorme campo de obras en construcción, por todas partes. “Shanghai ya es más que Nueva York”, sostuvo.