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UNO-Sábado 6: La violencia familiar en el tapete

Con gran cantidad de público se cumplieron en el teatro Universidad las dos jornadas para tratar esta problemática. La agresión a padres y ancianos fue uno de los temas espinosos

08 de noviembre de 2004, 11:45.

Compromiso e integración entre los diversos sectores fue la conclusión a la que se arribó ayer en el cierre de las 3ª Jornadas de Violencia Familiar. En lo que fueron dos jornadas de disertaciones, paneles y talleres, al teatro Universidad (Ciudad) asistieron docentes, padres, adolescentes, diversos especialistas e incluso policías; sin embargo fue notoria la escasa participación de empresarios, pese a que también fueron invitados.

Organizadas por la Asociación Espacios y la Cátedra de Derecho de Familia y Minoridad del Instituto Universitario de Seguridad Pública (IUSP), desde el jueves se trataron diversos aspectos vinculados a la violencia familiar, entre ellos la dirigida contra ancianos y padres y la cada vez más presente en las escuelas como repercusión de lo que se vive en el hogar.

Precisamente este último tema fue el que ocupó mayor espacio dentro del programa y el que ayer convocó a unas 400 personas para presenciar las disertaciones de Ana Montenegro (a cargo del Consejo Provincial de Niñez y Adolescencia de la Provincia) y los especialistas Ana Recabarren y Nito Parés.

Como última actividad, Silvia Gelvan de Veinsten lideró un taller que buscó aunar criterios para restablecer una red comunitaria de prevención y tratamiento de la violencia familiar. Y como parte del mismo, padres, docentes, adolescentes y empresarios (muy pocos) expusieron qué pedían a cada sector y qué pueden ofrecer para concretar ese restablecimiento.

Para finalizar, la coordinadora del encuentro, Paula Vetrugno, quien es parte de Espacios y tiene a su cargo la cátedra de Minoridad y Familia del instituto que forma a policías, destacó “el haber acordado la necesidad de un compromiso y de integración para enfrentar este flagelo. Tal vez suene muy simple, pero se insistió mucho en la idea de volver a la paz, generar confianza, demandar mayor participación y saber escuchar buscando la integración entre la escuela, la comunidad y la familia. Hoy los jóvenes están muy solos y eso genera violencia”.

En su balance, Vetrugno también rescató la opinión de la jueza Elsa Galera, quien en su charla sobre casos y procesos en la Justicia de Familia “expuso la necesidad de modificar la Ley Provincial 6.672 de violencia familiar cuando la víctima es un padre o un abuelo. Su planteo sostiene que la denuncia no sólo pueda hacerla el agredido, como ocurre hoy, sino también por parte de un vecino o de oficio. En respuesta a ello, surgió la propuesta de trabajar junto con la jueza para reelaborar ese punto de la ley.

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