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Uno-Sábado 9: Becada para estudiar en Cuba pero sin pasaje

A la sanrafaelina Ana Sepúlveda le pagan todo para cursar Medicina en ese país menos el viaje. Corre peligro su sueño

12 de abril de 2005, 13:58.

SAN RAFAEL– El sueño de acceder a una beca completa de estudios universitarios se le hizo realidad a una chica sanrafaelina de limitados recursos económicos. No sólo podrá encarar la carrera de medicina como anheló desde su infancia, sino que además lo hará en Cuba, uno de los países mejor conceptuados en ese rubro. “Yo siempre decía que iba a ir a estudiar medicina a Cuba”, confiesa la estudiante antes de emprender el viaje que surgió esta semana como una gran sorpresa. Una vez su mamá le había comentado el sueño de su hija a una profesora, quien la puso en contacto con la Organización Amigos de Cuba, dedicada a la amistad y solidaridad argentino-cubana. Esta ofrece becas de estudios para jóvenes que cumplan dos requisitos básicos: ser de condición humilde y haber desarrollado una labor solidaria, algo que la chica demostró con creces el año pasado cuando creo un comedor para sus compañeros de escuela que la llevó a ser elegida uno de los cinco sanrafaelinos del año por UNO Medios. Desde la localidad de Salto de las Rosas, Ana María Sepúlveda (19) mostró poseer el don de movilizar a toda la gente que la rodea al crear un comedor a muy bajo costo, que les permite a sus compañeros de la escuela Belgrano almorzar ahí y cumplir el doble turno escolar. “Conté con el apoyo de mucha gente de la zona, donaron alimentos o se prendieron enseguida con la idea”, dijo humilde la joven, quien ayer comenzó los trámites en la Embajada para emprender una nueva etapa de su vida. El lunes sonó el teléfono para avisar la gran noticia y comenzar una carrera contra el tiempo para cumplir con todos los papeles y requisitos pero, sobre todo, lograr juntar el dinero para los gastos de trámites y el viaje, dado que el país de Fidel Castro le paga absolutamente todos los gastos de la carrera menos los pasajes de ida y los que quiera realizar para visitar a su familia en el medio de estos cinco años que dura la carrera. Eso sí, una vez que se convierta en doctora, la joven deberá retribuir este gesto solidario y cumplir con la única condición impuesta por los cubanos: regresar a su lugar de origen y volcar los conocimientos que adquirió a los que más lo necesiten.

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