“Estos elementos le pueden dar dinamismo a la economía provincial en el futuro, pero todo depende de que las empresas se manifiesten flexibles, sean capaces de continuar con la innovación tecnológica y puedan asumir los riesgos empresariales con la capacitación y el apoyo del Estado”. Así lo consideraron Elizabeth Pasteris e Iris Perlbach, encargadas de elaborar el diagnóstico económico-productivo local que forma parte del Marco Estratégico Mendoza 2012, desarrollado por el Consejo Asesor Permanente de la UNCuyo.
Esa radiografía económica, que fue presentada ayer en el CICUNC, es la última fase de un proyecto general que además estudió a la Mendoza físico-ambiental y socio-cultural. El Marco pretende ser una herramienta para que la comunidad tome decisiones con miras al futuro. Rosa Fader, coordinadora general del emprendimiento, anunció que lo próximo será un encuentro para que los mendocinos le indiquen a la UNCuyo cómo puede aportar para solucionar las falencias que develan los estudios realizados.
El tercer diagnóstico ratifica que la economía de Mendoza depende de la nacional. Así muestra que la producción de la provincia representa el 3,5% respecto del país, cuando en la década del ’70 era del 4,2. “Es un llamado de atención importante”, advirtió Fader. Y Pasteris atribuyó el descenso a “un problema de organización de la producción y del país en su conjunto”.
Sin embargo, Pasteris señaló que Mendoza tiene elementos favorables que la destacan de las demás provincias. Detalló que “es fiscalmente bastante ordenada, con empresarios emprendedores, con pyme exitosas y con un cluster vitivinícola y agroindustrial” (aglomeración de empresas de una misma actividad que están concentradas sectorialmente, lo que hace que tengan más capacidad).
“Desde 1998, la provincia ha sufrido la misma recesión que la Nación, lo que en 2002 provocó una caída del PBI del 18%, pero en 2003 se ha recuperado, y si bien aún no están las estadísticas de este año, aparentemente, continúa la recuperación al mismo ritmo que la Nación”, sostuvo Pasteris. Aseguró que los factores básicos de esa recuperación son el índice de empresarialidad y la elaboración de bienes exportables o que son sustitutos de importación. Estos últimos provienen de dos sectores que desde 2002 muestran variaciones positivas: el agropecuario (ganado, vino, jugo de uva y conservas de frutas y verduras) y el de minas y canteras (petróleo y derivados).
En este marco, Perlbach apuntó las potencialidades de Mendoza hacia el 2012. “Una gran capacidad de creatividad e innovación en lo empresarial, gerencial y de recurso humano, que es un elemento diferenciador; y la estructura productiva, que se ha beneficiado con la devaluación en todas aquellas actividades portadoras intensivas en mano de obra, como la vitivinicultura”, detalló la investigadora de la UNCuyo.