Las modificaciones no implicarán una flexibilización de las condiciones, tal como planteó la oposición en el Consejo de Seguridad. Se mantendrá la edad (18 a 29 años); el nivel de instrucción (secundaria completa) y la exigencia de los exámenes psicológicos y psiquiátricos.
En cambio, dejará de ser eliminatorio un test conocido como OTIS, que en el pasado “bochó” a decenas de aspirantes; se instrumentará un curso de nivelación al término del cual se evaluará a los jóvenes en aspectos relacionados con la resolución de problemas, la interpretación lectora, conocimientos cívicos y de motricidad, y se adecuarán los exámenes médicos a valores realistas.
Además, el gobernador Julio Cobos tiene sobre su escritorio lo que para el titular del Instituto, Hugo Duch, es la llave del éxito: un proyecto de descentralización del organismo, que demandaría una inversión de $1 millón más de Presupuesto.
El plan es llevar los cursos a las regiones y los departamentos, en forma itinerante. “He sido claro frente al gobernador y frente a los miembros del Consejo. Así como está estructurado el Instituto es imposible que prepare a 1.000 policías por año, porque no hay infraestructura y porque además los jóvenes del interior que quieren participar no viajan por carecer de recursos. En cambio, si me dan la plata para trasladarnos, yo garantizo que en el 2005 estará egresando esa cantidad, y aún más”, sentenció Duch.
El funcionario hace su promesa basado en datos estadísticos que obtuvo gracias a una experiencia piloto. Es que en el 2004 comenzó a dictarse el curso de auxiliares en La Paz. De 170 chicos que se anotaron ingresaron 100 y de aquí a marzo se espera que se reciban 94.
“Entre el 2000 y el 2003, de La Paz sólo se recibieron 22 alumnos. Con la descentralización, en 8 meses obtendrán su título 94. La diferencia está a la vista”, indicó Duch.
Algunos de los cambios previstos ya comenzaron a aplicarse a partir de mayo de este año. Por ejemplo, el hecho de que el test de múltiple opción haya dejado de ser eliminatorio y que se hayan llevado cursos a los departamentos.
Sólo con la vigencia de estos dos puntos se logró mejorar el nivel de ingreso del 27% al 53%. Esto significa que en años anteriores sólo entraban 3 de cada 10 jóvenes, y en la actualidad lo hacen 5 de cada 10.
“Como la relación entre los que ingresan y egresan es óptima, estamos seguros de que si mejoramos las condiciones para que el Instituto sea accesible, sin ceder respecto de la exigencia, comenzarán a cumplirse las expectativas del Gobierno y la oposición en cuanto a la cantidad de efectivos”, cerró Duch.
Entrenamiento en manejo de armas
En lo que va del año, las denuncias por abuso de autoridad policial han disminuido tres veces respecto del 2003, según registros de la Inspección General de Seguridad, órgano civil encargado de controlar a los efectivos.
Desde el Centro de Adiestramiento Táctico Policial (Catacpol) aseguran que la merma se debe a la capacitación teórica y de manejo de armas que vienen realizando los policías.
Según Miguel Catalano, director de Recursos Humanos de Catacpol, el año pasado fueron 17 las denuncias por abuso de autoridad, mientras que en los últimos 10 meses sólo hubo 6 acusaciones, ya sea por agresiones verbales, indiferencia policial, confección injusta de partes o situaciones violentas.
La baja, para Catalano, se debe “a los permanentes cursos que viene efectuando el personal policial. No sólo se realizan prácticas de tiro, sino que se tiene teoría con alcances legales y se estudian tácticas y estrategias para resolver conflictos a conciencia”.
Uno de los cursos pensados para desarrollar las habilidades intelectuales de los uniformados es el plan para terminar el secundario.
Fue un acuerdo firmado entre el Ministerio de Justicia y Seguridad y la UNCuyo, por el cual 1.200 policías dejaron las botas por un rato para dedicarse a los libros.
En esa línea, el entrenamiento policial es el único curso de armas obligatorio.
Se realiza de lunes a viernes en el polígono de la ripiera Mácola, de Godoy Cruz, donde asisten más de 30 efectivos por día y participan en capacitación integral.
Para el subcomisario Juan Alaniz, jefe del Catacpol, la fórmula para disminuir actos delictivos es la capacitación.
“No queremos acudir al gatillo fácil. El policía debe pensar antes y, si es necesario, disparar después. Hoy se requiere mayor entrenamiento teórico y práctico para enfrentar el delito”, aseveró Alaniz.
No obstante, para el director demócrata de Inspección de Seguridad, Diego Arenas, en la baja de abusos influye la cada vez mayor inspección del personal policial.
El entrenamiento diario se divide en tres: introducción (teoría), tiro de práctica (reconocimiento de armas) y ejercicios con dificultad (con diversos obstáculos físicos).
Este año ya suman 4.000 los policías que se han acercado hasta el polígono para ensayar ejercicios con armas de fuego, con un saldo de 9.000 municiones por semana.
La cifra es llamativa, ya que en el 2000 el curso también fue obligatorio y asistieron sólo 1.300 policías.
El actual Catacpol fue trasladado a Godoy Cruz luego de que funcionara un tiempo en un terreno de El Challao.