“Esta es una ordenanza basada en un plan de acción social. No estamos hablando de limpiavidrios; esto es cultura popular”, sentenció ayer Cristian, uno de los murgueros presentes en el encuentro.
Tras dos horas de acalorado diálogo en el Microcine Municipal, los payasos, malabaristas, murgueros y equilibristas lograron comprometer a los funcionarios para que evalúen hoy su reclamo con el intendente Eduardo Cicchitti y personal de Tránsito de la provincia.
La reunión comenzó con una original interpretación de parte de cinco jóvenes, quienes mostraron sus dotes artísticas ante el director de Cultura, Alfredo Laferrier; la coordinadora de la Red de la Cultura, Silvia Cicchitti, y el director de Asuntos Legales de la Comuna, Roberto Dávila.
A pesar de la sonrisa que se les dibujó durante la demostración, los funcionarios insistieron en otorgar a los artistas espacios públicos alternativos a las esquinas del microcentro para expresar su arte, tales como bulevares, plazas y veredas.
La propuesta tuvo un claro rechazo de parte de los jóvenes, que sostuvieron como única bandera el derecho de trabajar libremente en los semáforos, argumentando que “son lugares por donde circula mucha gente y nos permite ganar el pan todos los días dignamente a través del arte y sin molestar a nadie”.
“Siempre tenemos que mendigar el derecho de los callejeros. Hay una negligencia histórica por parte de Capital, ése es un común denominador entre los directores de Cultura de este Municipio”, manifestó el músico David Aristiarán.
Otra de las propuestas desde la Comuna fue la de utilizar la Facultad de Artes y Diseño de la UNCuyo como claustro de capacitación para los callejeros. La iniciativa también fue abucheada por los jóvenes, que adujeron casi al unísono que “la universidad no enseña cultura popular y en vez de abrirnos la cabeza nos la cierra”.
Por último, Laferrier argumentó que “la actividad de arte callejero no es considerada ilegal sino su desarrollo en las calles”. E hizo referencia a la Ley Provincial de Tránsito, que prohíbe cualquier tipo de práctica que obstaculice la fluida circulación en la vía pública. Por ello la restricción también abarca a vendedores de flores, frutas o loterías, quienes tampoco podrán seguir trabajando en las calles.
La Comuna
• Que los artistas callejeros no trabajen en las esquinas. Así lo establece la ordenanza municipal que prohíbe a los limpiavidrios desarrollar su actividad. La idea es que malabaristas, actores y murgueros estén en plazas, veredas y bulevares.
• Que se capaciten en la Facultad de Artes y Diseño de la UNCuyo para luego ofrecer su oficio en eventos organizados por la Municipalidad.
Los artistas
• Quieren trabajar en los semáforos, además de otros espacios públicos ofrecidos por el Municipio. Aseguran que sólo en las esquinas del microcentro pueden percibir la plata que necesitan.
• Piden la reformulación del artículo 1 de la ordenanza municipal, donde se establece la prohibición de cualquier práctica que obstaculice el tránsito vehicular.