La Orquesta Sinfónica de la UNCuyo (OSUNCuyo) y el Coro Universitario de Mendoza se unen para cerrar el año, esta noche, con un concierto a beneficio, basado en una de las obras sinfónico-corales más populares del mundo: la Novena Sinfonía de Beethoven.
En adhesión al bicentenario de la muerte de Friedrich Schiller, autor de la poesía Oda a la alegría, que se incluye en el 4º movimiento de la composición de Beethoven, esta presentación especial ayudará a la labor incesante de Cáritas Arquidiocesana Mendoza.
Los responsables de las dos agrupaciones musicales prometen no decepcionar al público local que se dé cita en el auditorio Angel Bustelo con su versión de la pieza más celebrada de Ludwig van Beethoven.
Fue a David Handel, director de la Sinfónica, a quien se le ocurrió cerrar el ciclo 2005 a lo grande. La propuesta, que reunirá a cerca de 200 artistas en escena, no tardó en ser aceptada por la directora del coro universitario, Silvana Vallesi, quien además también quería una celebración inolvidable al cumplirse el 40º aniversario de su agrupación.
 
Intensa audición para los solistas
Más de 100 cantantes de Buenos Aires y de Mendoza audicionaron ante el propio Handel, quien deseaba un preciso cuarteto solista vocal que ejecutará hoy la Novena Sinfonía.
La mezzosoprano Gloria López es la única mendocina elegida por el director de la OSUNCuyo. Mientras que la soprano Susana Caligaris, el tenor Juan Carlos Vasallo y el barítono Ricardo Ortale son destacadas voces del teatro Colón que esta vez actuarán en Mendoza.
“Quise hacer una serie de audiciones con tiempo, por eso estuve dos días seleccionando a 110 cantantes de acá y del Colón”, comentó a Escenario el director de la OSUNCuyo. A lo que destacó: “No fue fácil, pero la verdad es que a quienes elegí son magníficos”.
Handel reconoció que la Novena Sinfonía de Beethoven exige un cuarteto “de primer nivel”. Aunque, agregó, “Beethoven no pensó tanto en la voz, pero en su obra es muy importante”.
 
Un repertorio de unificación y paz
“Esta sinfonía tiene un mensaje pacificador, no veo una obra más indicada para cerrar un año como éste. Será un brindis musical para toda la comunidad mendocina”, afirmó el músico estadounidense.
A esto se suman los recuerdos que le despierta la partitura a Handel: “Cuando estudiaba en Alemania, en plena época de reunificación nacional, tocamos la Novena Sinfonía y caló muy hondo en el público presente y en la orquesta. Era muy, muy fuerte oír y sentir su mensaje unificador y esperanzador en un momento como ése”, rememoró emocionado.
Otra de las finalidades que tiene para Handel haber elegido esta pieza es su significado universal y su nivel de exigencia musical. “Busco obras que puedan servir como pilares, tal como fue El sombrero de tres picos o la programación que hicimos de Chaikovsky”, explicó el director.
Y subrayó: “También busco que los músicos crezcan, progresen musicalmente. Y qué mejor que la Novena Sinfonía para ello”.
Por su parte, la directora del Coro Universitario de Mendoza opinó que “esta presentación es muy particular porque será el gran cierre de nuestros 40 años”.
Vallesi detalló también lo significativo de esta obra de Beethoven. “Imaginate que muchas generaciones del coro universitario han cantado esta pieza en distintas épocas, y ahora se sumarán al festejo muchos ex integrantes de aquel entonces”, contó entusiasmada.
Respecto de su mensaje, remarcó que la obra “es la que por excelencia le canta a la alegría, y esto completa el significado que este cierre de año tiene para nuestra agrupación”.
 
Meses de ensayo en conjunto
La Orquesta Sinfónica de la UNCuyo y el Coro Universitario de Mendoza vienen trabajando con las partituras de Beethoven desde hace más de dos meses.
“Juntos, hace unos 15 días que estamos ensayando en el teatro Universidad. Pero yo con el coro, y el coro solo con su directora, hace un par de meses que trabajamos en esto”, comentó Handel.
En tanto, la directora coral –hija del maestro Felipe Vallesi, alma mater del organismo– manifestó que “no es fácil dedicar tantas horas de ensayo cuando acá los alumnos lo hacen sólo por amor al canto, cuando deben realizar esta tarea y compatibilizarla con sus estudios u otras actividades”.
Será por semejante esfuerzo mancomunado que ambos directores se sienten satisfechos por haber concretado la iniciativa y sólo les queda esperar la única función de esta noche.
 
Balance 2005
Muy conformes con la tarea realizada durante el año, a los coreutas universitarios y a los integrantes de la Sinfónica sólo les resta esperar nuevos desafíos para el ciclo 2006.
Por lo menos así lo pregonaron sus directores. “Fue un año bastante positivo, el repertorio ha sido más diverso y más amplio que otros años. Ha sido muy novedoso y atractivo para el público y para los músicos”, reflexionó Handel. A lo que reconoció: “Nos queda mucho por conseguir aún, como es resolver el tema de la infraestructura que tiene la orquesta y los instrumentos. Por lo menos ya está en marcha la inversión de los trajes para los integrantes. También queda consolidar ciertos cargos de la orquesta que están casi acéfalos”.
Vallesi destacó los premios nacionales que obtuvo su coro este año y reclamó un lugar propio para los ensayos.
Carolina Baroffio uno_escenario@diariouno.net.ar