Un experto de las Naciones Unidas en todo lo relacionado con el agua llegó a Mendoza para un simposio sobre esa especialidad.
 
Alberto Ferral, miembro del Comité Técnico de la asociación Power –una agrupación de 11 universidades de diferentes países dedicadas a la educación y el cuidado del agua–, brindará hoy a las 9 una conferencia en Irrigación (Barcala y 9 de julio, Ciudad) sobre el uso del agua en el agro.
 
El especialista cordobés explicó a Diario UNO que Power está auspiciada por la Unesco y que su tarea es cumplir con el mandato de las Naciones Unidas para este milenio, que es el del resguardo del agua.
 
Puntualizó que el consumo promedio de agua en el mundo es de 150 litros por persona por día, pero que en Argentina esa cifra se eleva a los 250 litros, lo cual es un esfuerzo muy grande, teniendo en cuenta que antes se creía que era un recurso renovable pero eso ha cambiado.
 
Ferral resaltó que, para que un mendocino pueda hacer uso de un vaso de agua, ésta pasa por un proceso químico que demanda cerca de una hora, “y eso significa, además de tiempo, energía”.
 
En este sentido, el experto, quien además es asesor del gobierno nacional en temas ambientales, señaló que “el hombre es el único que no respeta el equilibrio de la naturaleza, no sólo porque contamina, sino también porque no le da tiempo a la naturaleza para que haga su ciclo de biodegradación”.
 
El ejemplo de la provincia
 
Ferral señaló que, como parte del workshop de hoy en Irrigación, la organización Power realizará un censo en Mendoza para integrarlo a una investigación que busca estudiar cómo se valoriza, se protege y se es solidario con el agua.
 
Justamente por esa razón se eligió a la provincia como protagonista principal de ese censo, que abarcará a mil productores del país. “No es sólo porque Mendoza tiene una organización muy especial respecto del agua, por la escasez que hay de ese recurso, sino también porque tiene una legislación específica sobre ella”, consideró.
 
La investigación incluye el análisis pormenorizado de las diversas legislaciones que existen en torno al manejo de ese recurso.
 
Respecto de la legislación sobre el agua que tiene Mendoza –la primera del país y una de las más completas–, opinó que si bien le parecía una normativa muy bien hecha, “el agua aquí tiene un orden político y social que permite su buen manejo. Además, la forma del agro local, en parcelas y no en grandes extensiones como en otras provincias, permite una distribución equitativa de esa riqueza que es el agua”.
 
Sin embargo, acotó que “las leyes salen de la realidad, y por eso yo lo que me pregunto respecto de la legislación del agua que tienen ustedes es si hay modificaciones en ellas y cada cuánto se la examina. Porque la realidad cambia constantemente y la legislación también debería hacerlo, aunque nunca se plantee”.