El presidente del directorio de Wintershall, Reinier Zwitserloot, y el vicepresidente Frank Dienemann, expresaron que una vez obtenido el permisión de exploración comenzarán de inmediato con “la fase sísmica y exploración de trabajos de laboratorio”. Para esta etapa se calcula una inversión de 5 millones de dólares . “Si se cumple la expectativa de encontrar petróleo en la zona, se invertirán como mínimo 70 millones de dólares más, según el tamaño del yacimiento que se encuentre”, expresó Dienemann.
Wintershall es la quinta productora de gas en la Argentina y la novena en petróleo. Fue fundada en 1978 y es subsidiaria del grupo químico alemán BASF. El interés de la firma en explotar el petróleo de Malargüe, en la cuenca neuquina, obedece, en primer lugar, a equilibrar la producción petrolífera y gasífera de la empresa. “También porque creemos que en esta zona todavía hay prospectividad”, apuntó Dienemann. “Si bien es una zona madura, en que ya se ha producido y encontrado el 75% de la reserva, estimamos que en el 25% restante hay potencial”.
El empresario señaló que tiene información de que el permiso de explotación para Ranquil Norte –una zona de 2.276 kilómetros cuadrados– está próximo a ser emitido por la Jefatura de Gabinete. “Si todo marcha como nos indicó el secretario de Energía, en 30 días podríamos tener el permiso. E inmediatamente comenzaríamos a trabajar”, dijo.
En cuanto al bloque CN-V , Romano V, de 953 kilómetros cuadrados, podría ser transferido a la Provincia y se estaría trabajando en él dentro de un año.
Zwitserloot expresó que “la Argentina es uno de los países más importantes para Wintershall en la producción de petróleo y gas”. Agregó: “Hasta ahora hemos invertido fuertemente en las provincias de Tierra del Fuego y Neuquén pero de a poco venimos a Mendoza. Creemos en la Argentina, en la capacidad de su pueblo, en los recursos naturales y queremos ser parte de Argentina”, aseguró.
“Estamos convencidos de que aún hay muchos recursos hidrocarburíferos que descubrir en la Argentina, especialmente en gas. Producir el gas del propio país es mucho mejor que importarlo de Bolivia, como es el caso aquí, y la exploración hay que activarla para resolver ese problema de escasez”, afirmó.