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Uno: Una noche de fuego español

La Sinfónica de la UNCuyo ofreció un espectáculo inolvidable dentro de la Semana de la Cultura

30 de septiembre de 2005, 12:14.

El espectáculo que ofrecieron la noche del miércoles la Orquesta Sinfónica de la UNCuyo, el Coro de Cámara de la UNCuyo y el Ballet Español La Coruña quedará en la memoria como uno de los grandes acontecimientos artísticos de 2005. Bajo la perfecta batuta del maestro David Handel, los tres grupos –músicos, cantantes y bailarines– ofrecieron bellísimas versiones del drama lírico La vida breve y del ballet El sombrero de tres picos, del español Manuel de Falla.
Ofrecido como uno de los platos fuertes de la Semana de la Cultura –organizada por la Fundación OSDE, el auditorio Angel Bustelo vio desbordada su capacidad: más de 2.000 personas disfrutaron primero y ovacionaron después todas las actuaciones grupales y los desempeños solistas.
Una sombra de indignación y tristeza colectivas se enseñoreó sobre el auditorio cuando, antes de comenzar el show, se explicó que el espectáculo estaba dedicado a la memoria de la señora Blasa Nicosia de Colombo –madre de uno de los músicos de la orquesta y suegra de una de las soprano solistas–, quien fuera asesinada en su casa el martes a la noche.
El drama lírico La vida breve cuenta el amor desgraciado de la gitana Salud (Marcela Carrizo) y Paco (Fernando Ballesteros), puntuado por las fuertes presencias de La Abuela (Gloria López) y Carmela (Jimena Semiz).
Las poderosas voces de los solistas y el coro, junto a la dramática composición musical –llena de tensiones que subrayaban los énfasis del desencuentro con toques claramente impresionistas–, reeditaron con excelencia este clásico mundial.
En El sombrero de tres picos, sencillamente, el Ballet Español La Coruña, bajo la dirección de Cristina García de Kotlik, deslumbró. El poderoso vestuario (tomado del diseño original de Pablo Picasso) le sumó gracia a las notabilísimas performances de los solistas (Ricardo Márquez, Lourdes Iniesta, Marcelo Rosas y Matías Figueroa).
El cuerpo de baile de La Coruña logró con excelencia parodiar la estupidez del poder frente a la inteligencia del amor verdadero. La ovación del público dio cuenta de por qué los artistas mendocinos brillan en los grandes escenarios del mundo.
Patricia Rodón uno_escenario@diariouno.net.ar

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