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Uno: Vivir mejor, a pesar del cáncer

En el hospital Lagomaggiore existe un grupo interdisciplinario que, a través de la psico-oncología ayuda a mujeres con esta enfermedad y a sus familiares a enfrentar la vida con una nueva mirada

El diagnóstico de cáncer de mama puede ser una de las más difíciles noticias en la vida de una mujer y la de quienes la rodean. Pero también, aunque parezca raro, puede significar la oportunidad de mejorar el significado de sus días.
Desde hace ocho años existe en el hospital Lagomaggiore un grupo multidisciplinario de profesionales que, con la psico-oncología como estandarte se ocupa de las personas con cáncer y su familia.
Para ello realiza reuniones semanales en las que las integrantes van variando dinámicamente por distintas causas (sí, entre ellas la muerte). Pero con muy buenos resultados si se tienen en cuenta los testimonios de quienes integran esas reuniones y el buen humor que reina en cada una.
Además mañana empieza el Segundo Simposio Internacional de Psico-oncología, dirigido a profesionales de la salud (otro de los objetivos que trabaja el grupo) y en él participarán importantes disertantes de la provincia, Buenos Aires, Córdoba y Chile (ver recuadro).
Joaquín Iglesias, director del simposio e integrante del grupo del Lagomaggiore, explica: “La psico-oncología es una ciencia relativamente nueva, ya que no tiene más de 50 años. Presenta un enfoque psicosocial y espiritual del canceroso y sus allegados”.
El paciente es abordado en el momento mismo en que se le diagnostica cáncer. “Lo ayudamos a elaborar el terrible diagnóstico ligado a la muerte y el dolor, pero que no necesariamente debe ser así. La medicina moderna ha hecho que la enfermedad vaya cambiando –detalla Iglesias–. Entonces el objetivo principal en estos grupos terapéuticos es la calidad de vida, desde el diagnóstico hasta su curación o su muerte”, dice luego.
Los resultados del trabajo son muy buenos. “Se ha comprobado que la calidad de vida del paciente con terapia psico-oncológica es mejor y que su vida se prolonga”, subraya Iglesias y señala que “en los hospitales de los países desarrollados por ley debe haber un psico-oncólogo en cualquier servicio de oncología”.
Los pacientes adoptan una filosofía de vida más positiva que la que tenían antes de enfermarse. “Uno aprende a vivir y entiende el porqué de la enfermedad”, remarca Eugenia (45), integrante del grupo.
Otro de los problemas que se enfrentan en las reuniones son las cirugías y tratamientos que dejan secuelas importantes, como pérdida de cabello o la ausencia de una o las dos mamas. “Esto desemboca en que la persona deba aceptar su nueva imagen y le trae problemas sexuales, ya que toda su energía sexual se vuelca a lo que le provoca angustia, como la muerte o saber qué va a pasar con la familia”, dice la médica sexóloga Silvia Kraan, quien también trabaja con el grupo.
Quienes estén interesados en integrar los grupos se pueden acercar al hospital Lagomaggiore y preguntar por el grupo de psico-oncología, de lunes a viernes de 8 a 12.
 
Reunión de especialistas
El Segundo Simposio Internacional de Psico-oncología del oeste argentino se realizará en nuestra provincia a partir de mañana a las 20.45, y durará hasta el 10, en el Auditorio del Círculo Médico de Mendoza (Moreno y Paso de los Andes, Ciudad).
Está organizado por los servicios de Oncología, Ginecología y Psiquiatría del Hospital Lagomaggiore y la Asociación Mendocina de Psico-oncología. En él disertará el doctor Benigno Gutiérrez, vicedecano de la UNCuyo. (...)
Gonzalo Ponce gponce@diariouno.net.ar

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