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Unos 1600 adolescentes vivieron la experiencia de “tocar la ciencia”

Están en los últimos años de la secundaria y llegaron de diferentes puntos de la provincia, animados por una muestra de la UNCUYO que los invitó a descubrir y aprender de una manera lúdica e interactiva. A continuación, algunos detalles del "Mendociencia 2022".

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Unos 1600 adolescentes vivieron la experiencia de “tocar la ciencia”

La historia tiene como protagonistas a 1600 estudiantes que ya casi terminan la secundaria en escuelas del Gran Mendoza y de otras partes de la provincia. La locación es el interior y los jardines de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (FCEN), en el parque General San Martín. El motivo es una invitación a experimentar con el Mendociencia 2022, la muestra interactiva que la UNCUYO organizó por segundo año. 

Esta vez, la premisa elegida fue “tocar la ciencia es posible" -o sea, concebirla como un fenómeno tangible-, intentando así fomentar el espíritu curioso y crítico, y también para que se familiaricen con las ciencias exactas y naturales. Porque, al igual que en su primera edición -antes de la pandemia-, lo que se busca es despertar las vocaciones científicas tempranas y también estimular el interés por la ciencia y la tecnología

Este año, la muestra tuvo como singularidad la biodiversidad. "Nos propusimos rescatar como eje central el compromiso de hombres y mujeres para el cuidado del ambiente", expresó el secretario de Relaciones institucionales y Comunicación de la FCEN, Damián Berridy. Además, hizo hincapié en lo que significa el número de asistentes que hubo este año. "Que pase esta cantidad de gente es de suma relevancia, para que cada vez más chicos y chicas se inclinen por estudiar carreras que son tan necesarias para el desarrollo del país", aseguró.  

Cinco estaciones eran parte del itinerario por recorrer, durante un lapso de tiempo aproximado de dos horas. Cada una está vinculada con las disciplinas que se estudian esa Facultad: química, física, biología, matemática y geología y todas fueron pensadas como experiencias lúdicas e interactivas.  

Así, en el stand de la primera estación llamada Ciencia ATR, los estudiantes se podían asomar a microuniversos biológicos y al mundo de la geología. Luego al pasar por el de Química, interactuaban con experimentos que hacen a la composición, estructura y propiedades de la materia. Al llegar a Dinosaurios-Extinciones y Cambios Climáticos observaban el esqueleto de un gran carnívoro y también la recreación de una excavación con fósiles originales, y como complemento había charlas de paleontólogos. Después venía Converciencia, marcando el momento de los conversatorios multimedia con diferentes científicos e investigadores en el auditorio de la Facultad. El último stand era de Física Interactiva: aquí se recurría al uso del software Open Source para interactuar con un levitador de partículas y,  así, observar en vivo el flujo de trabajo de una impresora 3D. Además, había experimentos para hacer en el Laboratorio de Física.

Mientras tanto, exclusivamente en los espacios verdes de la Facultad se desplegaron varios juegos que inducían prácticas de observación, manipulación y experimentación. Capítulo aparte para el momento de sacarse fotos con reconocidos personajes de la historia de la ciencia.

Vale rescatar que el fenómeno del cambio climático -uno de los ejes de la actividad- estuvo presente desde el ingreso mismo a la Facultad. La idea era evidenciar que la influencia humana en el planeta es inequívoca y sus efectos ya son perceptibles. Por eso, en la fachada -propiamente dicha- se pudo apreciar una intervención con infografías, gráficos y fotos de especies endémicas de la provincia en peligro de extinción. A través de un código QR, era posible profundizar en datos del fenómeno -bien explicados el sexto informe de Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, IPCC-. 

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