Tan pronto como los pueblos se dividieron necesitaron de emisarios en otras sociedades, la función de los primeros diplomáticos griegos fue la de comunicar a los pueblos donde residían los ultimátum de guerra.

Después las funciones se fueron complejizando, conforme los estados se hacían más grandes y poderosos. Los italianos del renacimiento les exigían a sus embajadores la difusión de la cultura originada por la familia Medici, su arte, ciencia y comercio; y así fue como todos hoy en día podemos disfrutar de las obras de Michelangelo y Boticelli, como así también de la ciencia Galileo.

En los tiempos de la guerra fría las embajadas del mundo bipolar poco tenían de diplomáticas y mucho de guaridas de espías de ambos bandos.

En la actualidad las embajadas del mundo entero sirven para devolver favores políticos o para deshacerse de los funcionarios que molestan al poder de turno con una salida decorosa.

Se supone que los embajadores Argentinos están tratando de vender los productos de nuestra industria y campo en los mercados de todo el mundo; que difunden nuestra cultura en los dos hemisferios.

La Argentina cuenta con 80 embajadas en todo el mundo sin contar los consulados, y en cada una de ellas trabajan por lo menos diez argentinos abocados a diferentes tareas. con este número de sedes diplomáticas deberíamos estar en boca de todos los empresarios de la industria, el agro y del el espectáculo, sin embargo no sucede y la Argentina es mucho más desconocida en sus potencialidades de lo que muchos piensan.

Tomemos un caso para graficar la situación, en Asia la Argentina cuenta con las embajadas de Corea, República China, Filipinas, República de India, Japón, Malasia, República Islámica de Pakistán, Reino de Tailandia y República socialista de Vietnam y en cuantos de estos países nuestros productos están colocados de forma permanente o cuantos de nuestros artistas exponen su talento por el territorio que contiene la mitad de la población humana.

Esta semana nuestros mandatarios se pasearán por tierras asiáticas para promover nuestros productos y nuestra cultura. ¿Era necesario que las carnes, la soja, el cereal, los tangos y el fútbol lleguen a la China después de una iniciativa presidencial?, ¿qué estaban haciendo nuestros diplomáticos durante todo este tiempo?

China lleva adelante políticas de apertura comercial desde hace unos años atrás y necesitan de productos alimenticios con urgencia, dicho sea de paso a la Argentina le sobran y recién ahora los embajadores se interesan por llevar al presidente a juntas con empresarios. Parece un poco tarde desde que se fue el presidente De la Rúa que la convertibilidad nos permite exportar introduciendo al país capital necesario para realizar obras.

Parece que nuestros diplomáticos gozaban de vacaciones pagas en los mas variados destinos de ocio, incluyendo al exótico continente asiático. Darío Zombi
zogbirito@hotmail.com