Por Germán Petrich

Escenarios Latinoamericanos

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Esta causa se remonta al 2004, cuando el senado norteamericano descubre 128 cuentas secretas a nombre de Pinochet y testaferros, la mayoría de ellas en el banco Ricks de Nueva York, y otras en diferentes países.

El juez Sergio Muñoz, a partir de este informe investiga el origen de la fortuna de la familia Pinochet en Chile, descubriendo que, entre 1980 y 2004, habrían evadido aproximadamente unos 9 millones de dólares y Lucía Hiriart, personalmente, habría evadido 2,5 millones.

Además se está investigando una fortuna no explicada de 17 a 35 millones de dólares, según Televisión Nacional de Chile.

Actualmente Lucía Hiriart se encuentra en libertad bajo fianza, pero su hijo Marco Antonio continúa preso.

Estas maniobras delictivas se inscriben en un contexto de aplicación del modelo económico neoliberal, donde Chile sirvió como experiencia piloto para los organismos internacionales y para Estados Unidos. Todo esto tuvo su desarrollo al calor de la dictadura sangrienta encabezada por Augusto Pinochet, desde 1973 hasta 1990, donde se produjeron gran cantidad de violaciones sistemáticas a los Derechos Humanos.

Desde el año 1998 Pinochet ha ido perdiendo paulatinamente su poder y está siendo sometido a diferentes juicios con disímiles resultados.

Paradójicamente, por algunos casos de violaciones a los Derechos Humanos ha sido sobreseído aduciendo “demencia moderada”, pero en lo concerniente a delitos económicos podría ser desaforado y enjuiciado, como ocurrió con Al Capone.

Sería deseable que, en nombre de la democracia y de las víctimas de su dictadura, Pinochet fuera juzgado por sus atropellos a los Derechos Humanos y no sólo por evasión impositiva.