Ante un salón de Grado colmado de público expectante, el vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Álvaro García Linera, recibió de manos del rector Arturo Somoza el mayor reconocimiento que otorga la universidad pública argentina. Linera lo aceptó con humildad y en nombre de su País. Emocionado, se definió “como un comunista, un luchador y un irremediable subversivo que dedicó más de 30 años a la causa por la emancipación de los pueblos de Bolivia y América Latina”.
Por iniciativa del vicerrector José Rodríguez y con la aprobación unánime del Consejo Superior se lo distinguió como Doctor Honoris Causa de la UNCuyo por "su compromiso con la unidad y la liberación de los pueblos de América y su aporte a la construcción de un conocimiento emancipador".
Tras entonar las estrofas de los himnos de Argentina y Bolivia, el rector Somoza recordó que la UNCuyo tuvo el gusto y el placer de incorporar como Doctor Honoris Causa al presidente Evo Morales y que hoy aumenta el acervo cultural de la comunidad universitaria y de la sociedad mendocina con la designación de Álvaro García Linera. “Ante la presencia de los argentinos que lo siguen y lo aprecian como un compañero y hermano y de sus connacionales que con gran alegría hoy nos acompañan, realizamos un acto del mayor valor simbólico, reconociéndolo en el mérito académico y en su trayectoria política e institucional”, expresó el ingeniero.
Asimismo destacó la formación intelectual rigurosa y la vocación política coherente del Vicepresidente, como así también puso en valor “su militancia en favor de su pueblo, en especial de los humildes, y de la integración latinoamericana”. Definió, además, su figura y la del presidente de Bolivia como “líderes del pueblo latinoamericano y caribeño”.
“Estamos en un momento decisorio –dijo y agregó- se abre la posibilidad de consolidarnos como unidad en la diversidad, en la construcción de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, dando un modelo al mundo de convergencia de valores y objetivos, situados en el otro extremo de los modelos dominantes, hoy en crisis total” apuntó.
Por último Somoza agradeció la solidaridad latinoamericana y en especial boliviana sobre el ancestral reclamo de recuperación de las Islas Malvinas, al tiempo que deseó que, dentro del marco de la autodeterminación de los pueblos y del derecho internacional “Bolivia pueda lograr su salida al mar”.
En ese ámbito el funcionario e intelectual, Álvaro García Linera, ofreció una conferencia magistral como parte del ciclo La UNCuyo en el Debate Social -espacio que organiza la secretaría de Extensión Universitaria-.
Comenzó con un repaso histórico que tuvo como eje principal el vínculo entre Argentina y Bolivia. En ese camino mencionó hechos teñidos de colonialismo que dejaron una huella en la vida latinoamericana. Uno de ellos fue en 1532 cuando llegaron los españoles a Cajamarca y la caballería le hizo una celada al inca Atahualpa. Como contraparte, se refirió a la visita del general Manuel Belgrano a Potosí en 1817 cuando su ejército recibió, pero esta vez con honores al indígena Cumbay, tratándolo como un líder. Desde entonces, explicó, que nunca un regimiento o caballería reconocería a un indígena, excepto en el 2006 cuando se le rindió homenaje al actual presidente de Bolivia, Evo Morales.
Su relato se extendió a la actualidad en donde el foco recayó en la integración continental de los países de América Latina. “Ningún país podrá sólo influir en el mundo; los procesos de mundialización son tan grandes que devoran a los pequeños”, apuntó Álvaro García Linera.
En ese punto señaló que hoy Latinoamérica atraviesa importantes procesos de transformación económica, política y social, en los que la integración está dada por la articulación de gobiernos progresistas revolucionarios, es decir, de regímenes pos neoliberales que entienden el mundo desde otra mirada.
El Vicepresidente continuó el desarrollo del tema con la fundamentación de seis ítems claves para lograr la integración continental. Primero mencionó la decisión de poner fin a la política de acumulación por apropiación; en segundo lugar indicó la conquista de poder por vía de la democratización, – en este punto enfatizó la ampliación de la participación social y la democracia como espacio de transformación-. Como tercero ubicó el papel activo de las organizaciones y movimientos sociales que representan otro tipo de régimen distinto al partidario.
El cuarto aspecto responde a la “descolonización interna” que explicó a partir de la experiencia de su País, con un gobierno y una constitución fundado en el Apartheid. Luego con los procesos de transformación contemporáneos el movimiento indígena se consolidó como sujeto y creó una estructura de derechos que dio origen al “Estado Plurinacional”, es decir se reconoce el conjunto de identidades colectivas como parte del Estado. A este proceso lo calificó como “indianizacion del propio ser boliviano”, proceso complejo que construye igualdad y sienta justicia histórica.
El quinto ítem tiene que ver con el concepto de “Hegemonía”, al que definió como la capacidad de liderar a otros, como una forma de seducción de un bloque sobre el resto, en donde uno debe derrotar la visión, percepción e ideas que el otro tiene del mundo para poder consolidar su proyecto. En esta instancia hizo hincapié en el papel de las universidades, ya que dijo son “los lugares donde se gestan las ideas fuerzas”. También resaltó a las academias como el ámbito de construcción de nuevos escenarios tecnológicos, administrativos, productivos y organizacionales del nuevo régimen. En la ocasión el nuevo Doctor Honoris Causa instó a los jóvenes universitarios y profesionales a pensar en clave continental.
El sexto y último fundamento responde a la “integración” y lo ejemplificó con la solidaridad de los países latinoamericanos frente al intento de golpe de Estado a Bolivia. En esa dirección, abogó para “transitar de esta integración y coordinación política de primer nivel, a un proceso de integración de carácter económico”.