Desde que hace varias décadas Peter Drucker introdujo el concepto de "sociedad del conocimiento" y más tarde se hizo evidente que los nuevos medios de comunicación nos permitirían acceder a una masa de datos absolutamente inédita, también resultó notorio que, en un mundo cambiante, el desafío ya no estaría en obtener información, sino en contar con la capacidad de procesarla de manera eficaz.
Esto es, precisamente, lo que ofrece el razonamiento científico, que confiere habilidades como el pensamiento crítico y la capacidad de análisis, cruciales para enfrentar la realidad vertiginosa y las complejas decisiones que nos presenta la sociedad actual.
Dado que el razonamiento científico puede desarrollarse y transferirse a través del entrenamiento (es lo que persiguen programas como La main à la pâte [Las manos en la masa], creado por el premio Nobel de Física 1992, Georges Charpak, para promover una enseñanza que no se base en la repetición y la memorización, sino en la observación, la experimentación, la argumentación y el razonamiento), un grupo de investigadores de departamentos de Física de universidades norteamericanas y chinas se propuso evaluar en casi 6000 estudiantes el impacto que tienen las clases de ciencia, tecnología, ingeniería y matemática de los primeros 12 años de escolaridad de sus respectivos países, muy distintos entre sí. Mientras en China todos los alumnos tienen que pasar un examen de ingreso a la universidad y tienen cinco años de cursos con tópicos introductorios basados en el álgebra y en la resolución de problemas, en los Estados Unidos, por el contrario, el tiempo de instrucción es menor y el menú de contenidos es más amplio y variado.
Los resultados del estudio, que se publican en el último número de Science, son bastante sorprendentes. Revelan que, a pesar de las importantes diferencias de intensidad en la enseñanza curricular a que estuvieron expuestos los chicos chinos y los norteamericanos, el test de razonamiento arrojó puntajes casi idénticos.
"Esto coincide con las investigaciones existentes, que indican que la educación actual frecuentemente enfatiza la memorización de hechos en lugar de una comprensión profunda del razonamiento científico -afirman los autores. Y más adelante concluyen-: Al parecer no es lo que enseñamos, sino cómo lo enseñamos, lo que hace la diferencia." Y esto es rigurosamente cierto en cualquier país del globo, incluyendo la Argentina, por supuesto...
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22 de noviembre de 2024