Por Yenina Giana
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Departamento Movimientos Sociales
28/04/06 Ayer en la Casa de la Expresión, la Cultura y el Arte (CECA) se realizó un video debate donde se proyectó el filme “Siete imágenes del Mundo”. La cantidad de público asistente superó gratamente la expectativa de los organizadores.
El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) es un movimiento indígena insurgente del Estado de Chiapas (México). Surgió en 1984 como Ejército armado y logró consolidarse fuertemente en 1994.
“Consideramos el 1 de enero de 1994 un parte aguas en la historia de México y en la de los movimientos sociales y revolucionarios de nuestro continente” afirman los Zapatistas en “Siete imágenes del Mundo”, comunicados del EZLN de 2004.
Hace 13 años el EZLN tomó 5 ciudades del Estado de Chiapas (México), llamando a la sociedad mexicana a exigir al gobierno la atención de sus demandas y con ello la reconstrucción social de México. Allí dieron a conocer su Primera Declaración de la Selva Lacandona, cuyas principales exigencias se proclaman y perduran hasta hoy en la Sexta Declaración: techo, tierra, trabajo, pan, salud, justicia y paz; para México y para todos los que luchan en el mundo.
Se llaman Zapatistas por coincidir con los principios revolucionarios que en 1911 defendieron indios y campesinos al mando del General en Jefe Emiliano Zapata, durante la Revolución Mexicana, que estalló en un México luego de 36 años de dictadura.
El accionar del EZLN fue considerado en el debate como una forma genuina de hacer política, ya que no incursionaron en el “sistema”, es decir, no formaron un partido político, ni se presentaron a elecciones.
También se reconoció que el discurso Zapatista no es impuesto a la sociedad “simple y humilde”; pero si pide al gobierno que responda a sus demandas (hoy exigencias). Se dirigen al pueblo utilizando el diálogo y el consenso “mandar obedeciendo” para que la lucha perdure en el tiempo. Así es como mujeres y niños salieron a enfrentar con los hombres al Ejército Federal, que también está integrado por indígenas.
Se concluyó también que los zapatistas no aspiran a tomar el poder del Estado, sino a la legitimación de las tierras indígenas mexicanas. Quieren proteger las comunidades y que éstas lleven a cabo la lucha y la reivindicación.
Los presentes consideraron que el EZLN es una forma de lucha que es necesario reconocer y considerar, ya que los argentinos no somos capaces de imponernos a lo que nos oponemos. No nos integramos como sociedad, no apoyamos la lucha de quienes sufrieron y sufren los embates del poder: al reclamo de los pueblos originarios de Lavalle, al de las tierras en San Martín, al de los docentes y médicos; al de las Madres de Plaza de Mayo; al de HIJOS; al de los entrerrianos en oposición a la instalación de las papeleras, ni al de tantos otros movimientos sociales.
Los Medios de Comunicación no quedaron afuera de la discusión. Su papel dentro de Chiapas, como en el resto de México y del mundo fue, y es, el de minorizar los sucesos o no “exponerlos mucho”. Sólo la Prensa Alternativa difundió los hechos como realmente sucedieron: mostrando la visión y postura Zapatista y como así también la del Estado.
Inclusive gran cantidad de los habitantes de Chiapas afirman hoy que el zapatismo es parte del pasado o sólo una lucha de los indígenas, es decir, que la reducen a un sector que no es el de “ellos”.
Pero lo real es que la lucha Zapatista continúa y que el movimiento es cada vez más fuerte y reconocido.
El EZLN permanece en cese de fuego pero no entregará las armas, éstas dejarán de usarse cuando se vuelvan inútiles, es decir, cuando se logre la paz.