Mis primeras sensaciones fueron increíbles; desde el viaje en avión desde la aerolínea francesa uno ya siente que no se encuentra más en su país de origen. El viaje fue placido y cuando me di cuenta ya estaba arribando en Francia, ya en si todo es verde; todo es húmedo, fresco, pero al mismo tiempo agradable; pues no difiere mucho de lo que es un día de invierno en mi ciudad de origen, Mendoza.
Cuando uno piensa que va a arribar a un país europeo uno se imagina grandes conglomeraciones y atascamientos, pues yo llegue antes de año nuevo y sinceramente nunca he visto una ciudad tan tranquila e importante al mismo tiempo como París: sus calles son recorridas por no más de tres personas por cuadra, hay una sensación de seguridad y tranquilidad inmensa que es imposible de describir o retratar en una imagen pues hay que vivirlo, tal cual al arribar a mi universidad de destino en Dijon, la cual desde adentro es increíble, sus cimientos de última tecnología y hasta tuve e honor de hablar y presentarme frente al staff de Internacionales de allí, quienes me han ayudado al 110% con cada duda que he tenido y que también mantienen un seguimiento activo tanto en mis colegas de intercambio como en mí. Sinceramente ya me siento como en casa.
Para concluir, y como uno de los temas más importantes de mi viaje en lo cual estoy más que todo el dia pensando en ello es en la importancia que la familia, la amistad y el esfuerzo por lograr metas propias que me han dado todo esto. Si no fuera por nuestra familia que se preocupa por nosotros, nuestros amigos que nos brindan su apoyo incondicional, por la Universidad que nos ayuda a levantarnos y dar nuestros primeros pasos por el mundo, a la voluntad de uno mismo de seguir creciendo hacia arriba, de aprender idiomas y de compartir el conocimiento en vez de guardarlo, es lo que me llena de felicidad y que hace que a más de 12500km de distancia de mi ciudad de origen; lleve una sonrisa de punta a punta a donde quiera que vaya.
Agradezco profundamente a quien se tomó el tiempo para leer, a quienes me inspiraron en hacerlo, y a quienes sin su ayuda no estaría aquí.
Agustin Saez (Facultad de Ciencias Económicas).