Sol Gilman  tiene 19 años, cursa 6to año en el Liceo Agrícola y Enológico (LAE) y se propone estudiar el año próximo en la Facultad de Ciencia Agrarias de la UNCUYO. A pasos agigantados, no esperó a llegar a la universidad para realizar un intercambio, y este sábado parte rumbo a Francia para formarse en un Liceo Técnico. Confiesa que desde chica soñaba con estudiar en el extranjero y cuando su escuela le ofreció la oportunidad, no dudó en tomarla.

Todo comenzó en Julio, cuando el Liceo fue sede  de una misión de directores de liceos agrícolas franceses justo antes de las vacaciones de invierno. En dicha reunión  se firmó una carta de intención para empezar a trabajar en oportunidades de movilidad académica a nivel secundario y a la vuelta del receso invernal se pudieron ver los primeros resultados: la Secretaría de Políticas Universitarias, el Ministerio de Agricultura Francés y el Instituto Nacional de Educación Tecnológica en conjunto otorgan financiamiento a 4 estudiantes de colegios técnicos dependientes de universidades nacionales y la UNCUYO tenía un cupo garantizado para un alumno del LAE. A partir de ese momento todo ocurrió a una velocidad inigualable, es que los calendarios escolares argentinos y franceses no coinciden perfectamente y los seleccionados argentinos deberían partir en septiembre para garantizar una estadía de un mes en Francia. 

La misión inicial fue producto de la gestión de la Secretaría de Investigación, Internacionales y Posgrado (SIIP) de la UNCUYO, quiénes, a través de su Centro Franco-Argentino lograron que este encuentro tuviera lugar en Mendoza y su personal ofició de traductor durante los encuentros e intercambios. Otro pilar de esta gestión fue la Secretaría Académica de la UNCUYO, responsable de los colegios universitarios. 

El liceo lanzó una convocatoria para estudiantes mayores de 18 años (requisito primordial) y 16 alumnos se presentaron al llamado que incluyó excelencia académica,formación integral  exámenes de idiomas ( francés o inglés), elaboración de CV, planes de trabajo y entrevistas individuales. De esos 16, 14 superaron la prueba idiomática y Sol resultó la ganadora de la oportunidad de estudios en el extranjero. 

El colegio Anfitrión es el Lycée Hyères, en la región sudeste de Francia, región conocida por su sol y por la cercanía al mediterráneo. Este liceo es la contraparte Francesa del colegio mendocino ya que ambos trabajan sobre la misma temática que resulta de interés estratégico  para ambos países y por la que se apuesta a continuar trabajando en un futuro: la enología y la tecnología de los alimentos. 

A sol la acompaña la  Directora del LAE, Marcela Romero Day, quién también viajará en misión de carácter oficial para lograr reproducir esta experiencia individual en muchos más intercambios a través de la firma de un convenio de cooperación académica Francia- Argentina. Sol tomará clases como una estudiante normal de una institución educativa  francesa y los fines de semana realizará actividades extracurriculares a cargo de su tutora asignada. Marcela, por su parte impartirá Charlas y talleres y tendrá lugar en las reuniones que permitirán darle un nuevo despegue a las movilidades de secundarios. 

Cuando le preguntan las actividades que realizará en el país galo, Sol  responde: “aprender un nuevo idioma, conocer otras culturas y a gente nueva, aparte de todo lo que me enseñe la escuela de allá” palabras que no son comunes para una estudiante de su edad que cambió el viaje de egresados por un viaje de estudio que sin duda te cambia.

La beca que la estudiante del LAE recibirá cubre pasajes, estadía y comida en las  instalaciones del liceo Francés y actividades extracurriculares a parte de un estipendio fijo para gastos. Si bien las ganas de conocer otras ciudades no le faltan, la joven de 19 años reconoce “con sólo tener la oportunidad que tengo de ir ahí, no puedo pedir más”. El avión todavía no despega y las ideas son miles, una propuesta para que Francia elabore las etiquetas de la cosecha 2020 del liceo mendocino, inclusive. 

Este programa piloto busca fortalecer a los colegios secundarios de la Universidad  en sus procesos de internacionalización (acción solicitada desde hace algunos años por los directivos de los mismos) y permitir que cada vez desde más pequeños, los miembros de la comunidad UNCUYO puedan acceder a oportunidades internacionales y acceso a idiomas extranjeros.