Eugenia Zenocratti y Rosemary Guamani empezaron el 2017 pensando en las materias que debían rendir, en los planes con amigos y en pasar al próximo año. Nunca se imaginaron que 11 meses después se encontrarían narrando su experiencia de 4 meses en Estados Unidos de intercambio en la Universidad de Baylor en Texas.
Es que en marzo vieron el llamado para el programa de movilidad para la inclusión de la Secretaría de Relaciones Internacionales, se presentaron y quedaron seleccionadas. Desde entonces, retomaron sus clases de inglés, viajaron a Buenos Aires para obtener su visa y en Agosto se subieron al avión que las llevó al país norteamericano.
6 fueron los alumnos seleccionados y 4 concretaron su intercambio durante el 2017 (los dos restantes ya están en proceso para viajar durante el 2018). Rosemary y Eugenia viajaron juntas a la Universidad de Baylor mientras que las 2 seleccionadas restantes los hicieron en la Dickinson College en Pensilvania.
Sus rostros iluminados delataron la felicidad de haber vivido semejante experiencia: “Fue lo mejor que me pasó en la vida” fueron las palabras elegidas por Eugenia para resumir su viaje.
¿Cómo fue tomar clases en Estados Unidos?
Ambas estudiantes de la facultad de ciencias económicas, decidieron tomar clases en la Business School de Baylor University y la UNCuyo, gracias al financiamiento obtenido a través del proyecto presentado a la embajada de Estados Unidos, alquiló un departamento a una cuadra del edificio de clases. Allí las chicas tomaron clases de finanzas, emprendedurismo, marketing digital, entre otras. Cabe aclarar que absolutamente toda su cursada fue e inglés y que desde el día uno las chicas debieron desenvolverse en lengua extranjera.
Las estudiantes destacaron que la diferencia del cursado las sorprendió ya que allí la nota del examen final sólo vale un 30% de la nota final, el resto se obtiene a través de parciales, trabajos prácticos, exposiciones y presentismo. Resaltaron también que los cursos son mucho más pequeños y que 30 estudiantes en un aula es el máximo permitido. En lo relativo a las dificultades académicas, las dos estudiantes dejaron entrever que no encontraron una complejidad superior y que se encontraron cómodas tomando clases ya que tanto sus compañeros como sus profesores eran muy accesibles y amigables.
¿Y fuera de lo académico?
Las dos argentinas tuvieron la oportunidad de viajar durante su intercambio y, aparte de Texas, pudieron conocer Nueva Orleans, Miami y Nueva York, la favorita de las dos.
Aparte de sus viajes realizados durante vacaciones escolares, las estudiantes pudieron realizar visitas organizadas por Baylor a Houston y al campamente espacial de la NASA . También tuvieron la oportunidad de vivir una típica cena de acción de gracias norteamericana . “Sin duda en Estados Unidos siempre hay una oportunidad para reunirse y comer Lo cual nos hizo sentir muy bien recibidas” declaró Guamani.
¿Qué se llevan de esta experiencia?
Ambas coincidieron rotundamente: El idioma, que reconocen no dominar a la perfección. Sin embargo pudieron demostrar ser más que idóneas para estudiar, aprobar materias y vivir en un país de habla inglesa.
También destacaron la independencia y las aptitudes que este intercambio les permitió desarrollar. “Pasas de vivir con tus papás a tener toda la libertad pero tenés que aprender a hacer uso de ella y a manejar tus propias finanzas, lo cual no es fácil en moneda extranjera” aclaró Zenocratti.
¿Por qué los estudiantes de la UNCUYO deberían irse de intercambio?
“Porque no es una manera común de crecer y te permite conocer otras culturas y empezar a valorar un poco más la propia. Yo extrañé la comida un montón” declaró entre risas Eugenia.
Rosemary, por su parte, agregó: “terminás conociendo tu país estando lejos de él. Yo me di cuenta que viviendo tan cerca de la montaña realmente necesito conocerla. Este viaje fue para mí sin duda una experiencia inolvidable”