Vivimos en sociedades donde la lógica predominante es el hiperconsumo y es necesario un cambio de hábitos, que se puede lograr a través de diversas alternativas. Una de ellas es el consumo socialmente responsable, como vía para reducir el impacto que generamos en el ambiente. Este tipo de consumo se puede concretar mediante acciones de minimización, reutilización, reciclaje y, sobre todo, consumo consciente.
En estas fiestas proponemos hacer compras responsables como un modo de comenzar el nuevo ciclo y presentamos tres pasos para hacerlo.
Paso 1: comprar local
Recomendamos comprar productos locales para fortalecer el circuito económico de nuestra región y, a su vez, comenzar a generar nuevas maneras de consumo: desde comprar regalos de los artesanos; pasando por acercarse a las ferias de pequeños productores para buscar verduras, carnes y frutas; hasta apoyar los emprendimientos y cooperativas de economía social y solidaria.
Estas acciones pueden hacer que el festejo sea integral, pues ayudan, por una parte, a la economía circular al colaborar con los emprendedores locales, y, por otra, reducen el impacto ambiental al tratarse de productos que no se manufacturan en masa y requieren poco transporte.
Paso 2: regalar lo necesario
La minimización del consumo desmedido es una de las principales opciones para reducir el impacto en el ambiente. De esta manera, no solamente se produce menos cantidad de residuos, sino que se ahorra energía y se envía un mensaje positivo.
Otra de las propuestas es realizar manualmente las ofrendas u obsequiar objetos propios que sean significativos, sin necesidad de comprarlos. Por último, es importante a la hora de elegir presentes tener en cuenta el material con el cual están hechos: siempre es mejor que sean reciclables, reutilizables y que en el proceso hayan contaminado lo menos posible.
Paso 3: separar los residuos
Durante los festejos producimos una gran cantidad de residuos. Por eso, recomendamos separar los reciclables: las botellas de plástico y de vidrio y los envoltorios de los regalos, para llevarlos a los Puntos Verdes más cercanos o entregarlos a un recuperador urbano. Parte del consumo consciente es saber que somos responsables de nuestros residuos, y que podemos generar trabajo digno a partir de ellos.
Esperamos que sientan la inspiración para dar estos sencillos pasos hacia una forma de consumir consciente y responsable. ¡Felices fiestas!
Natalia Imazio: Licenciada en Comunicación. Trabaja en el Instituto de Ciencias Ambientales (ICA), Secretaría de Desarrollo Institucional y Territorial, Universidad Nacional de Cuyo.